Las experiencias que vamos teniendo a lo largo de la vida determinan la manera en que percibimos las situaciones y como respondemos ante ellas.
El trading es quizás uno de los contextos en donde más se puede aprender sobre las emociones puesto que las manifestaciones sobre ellas son múltiples y variadas. Para tener éxito en los mercados financieros hace falta un buen sistema de trading, una buena formación y confianza en el sistema, objetivos, confianza en si mismo y un largo etcétera que factores externos que cuando uno empieza a tradear son los consejos que seguramente todos hemos recibido e incluso hemos dado nosotros mismos.
Pero, aún así no siempre con un sistema ganador se es capaz de conseguir beneficios o simplemente no sufrir con cada posición que se abra o se cierre. Ya hemos visto cómo influyen las emociones en la toma de decisiones, entonces ¿qué experiencias pueden tener tanta fuerza como para que queden grabadas en nuestro inconsciente y condicionen esas decisiones?, las hay que forman parte de nuestra naturaleza humana que nos previenen de los peligros y que es fundamental para la supervivencia, mientras que otras se van adquiriendo a través de la interacción con otras personas.
Al nacer somos unos seres a los que con los años nos van enriqueciendo con los cuidados y conocimientos que hacen de nosotros que vayamos creciendo hasta hacernos adultos y tomar las riendas de nuestra vida. En ese sentido somos un recipiente que hay que llenar para poder evolucionar como personas pero a su vez y de forma más inconsciente esas mismas personas que se encargan de darnos estos cuidados también nos inculcan una serie de experiencias y creencias que algunas de ellas pueden ocasionarnos dificultades y limitaciones que condicionen nuestra vida.
Estas creencias suelen generarse y transmitirse de manera inconsciente en el entorno familiar y educativo, así pues, hay creencias que forman parte del inconsciente familiar y otro del cultural. Hay que tener en cuenta cómo percibe las cosas un niño pequeño que todavía no tiene suficiente madurez para poder discernir lo que un adulto le dice y lo toma como una verdad absoluta. La forma en que de adulto lo manifestamos son múltiples y variadas aunque es muy frecuente que o bien lo reproducimos o bien lo rechazamos, pero igualmente actúa sin nosotros ser conscientes de ello.
¿Qué quiero decir con esto? que lo que nos condiciona de adultos es toda esa capa de polvo en base de creencias que nos limitan. Son esas creencias que forman parte de nuestro insconciente o preconsciente y que pueden considerarse peligros cuando actuamos de manera que no es acorde con ellas.
Hay muchas preguntas que podemos hacernos para conocer un poquito más sobre nosotros mismos y nuestras creencias. ¿Qué opinión tenian nuestros padres acerca del dinero?, ¿qué educación recibimos?, ¿cómo valoraban nuestro esfuerzo?, ¿me dedico a lo que me gusta o he estudiado lo que querían mis padres?, ¿Estoy actuando en base a las expectativas que los demás tienen de mi? ¿Vivo la vida que quiero?... son algunas de las preguntas que ayudan a conocernos mejor en base a como actuamos y que condicionantes traen añadidos.
Ser conscientes de ello representa un primer paso de gigante.
Cesca