- Busque un subyacente (spread, divisa, stock o lo que quiera) que lleve varias sesiones subiendo (o bajando) con fuerza, con una tendencia importante definida.
- Empiece a madurar en su cabeza la siguiente idea: “Esto ha subido mucho, esto ya NO PUEDE seguir subiendo (o bajando)”.
- Aguarde 2-3 días más observando el subyacente, viendo como no pierde la tendencia de subida (o bajada) definida.
- Siga repitiendo en su cabeza: “Esto ha subido mucho, esto ya NO PUEDE seguir subiendo (o bajando)”.
- Empiece a considerar la posibilidad de abrir una operación contraria a la tendencia del subyacente, cuyo éxito estará casi asegurado.
- Monitorice la sesión en la que el subyacente retrocede algunas décimas en su tendencia. Repita conmigo: “Estaba claro. Yo lo sabía. Al final tiene que girarse”.
- Siga casi en directo la segunda sesión consecutiva en que el subyacente retrocede. Repita de nuevo: “Estaba claro. Yo lo sabía. Al final tiene que girarse”. Añada ahora: “Tenía que haber entrado ya. Se me va a escapar.”
- Busque un gráfico del subyacente que le dé la razón. Si el que encuentra no se lo da, siga buscando. Si no encuentra ninguno, utilice Google hasta que encuentre alguna noticia o hecho relevante sobre el subyacente que le confirme su idea.
- Diseñe con todo detalle su entrada: punto de entrada, cantidad de dinero a exponer, fije el stop-loss (esto es opcional por innecesario, pues la operación no puede salir mal).
- Utilice su mano derecha para hacer clic con el ratón en la casilla que pone “Ejecutar Operación”. En el momento de hacerlo, incumpla algunos o todos de los detalles definidos en el punto 9. Preste especial atención a incumplir el relativo al punto de entrada, ése no puede faltar.
- Empiece a perder dinero de manera casi instantánea. Déjela en marcha el tiempo que desee, a gusto del consumidor.