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#CandanchúNoSeCierra – IV 

 

               De momento y sin nuevas noticias al respecto, la mítica y legendaria estación de esquí de Candanchú cerrará la próxima temporada  por decisión del Consejo de Administración de su empresa propietaria Ibernieve, formado básicamente por tres familias empresariales netamente aragonesas: Alierta, Forcén y Yarza,  que tienen la dirección y control a través de cuatro sociedades tras adquirir de manera formal en abril de 2016 la mayoría de las acciones de la anterior empresa propietaria Etuksa, Explotaciones Turísticas de Candanchú, con casi cuatrocientos socios en su momento,  todo ello precedido de una procelosa y turbulenta historia financiera con niveles muy altos de endeudamiento y dificultades financieras, con ya graves problemas de viabilidad, concurso de acreedores etc. 

            Desde ayuntamientos afectados en el Valle del Aragón, Valle de Aruej o Aruex en la Edad Media, otras corporaciones públicas,  medios de comunicación, asociaciones empresariales, trabajadores, sindicatos, empresas afectadas,  etc.,  y en general lo que se denominan los “stakeholders” o partes implicadas y con repercusiones de una manera u otra, se insta a que haya reuniones multilaterales impulsadas y presididas por el Gobierno de Aragón para encontrar soluciones de viabilidad.  También desde las redes sociales y en particular desde la plataforma change.org disponemos ya sus impulsores de varios miles de firmas en este contexto de reclamar reuniones de todos los afectados y buscar soluciones con el lema #CandanchúNoSeCierra.  

            Por todo lo cual, nos sumamos razonadamente al movimiento #CandanchúNoSeCierra y esperamos por el bien de España, de Aragón, de su turismo, de sus empresas y del empleo de sus trabajadores,  planes de viabilidad alternativos a una pasiva estrategia financiera de cierre de empresa que permitan la apertura de Candanchú en contexto estratégico de viabilidad en el largo plazo;  planes de viabilidad en los que debería admitirse cualquier posibilidad en cuanto por supuesto todo lo concerniente a diversos aspectos clave como: 
            a) Cambios en la propiedad, no siendo excluible ninguna posibilidad ni deberían tampoco ponerse ningún tipo de líneas rojas en dicho contexto. Por supuesto, teniendo en cuenta que se trata de una empresa privada, nada que ver en principio con titularidad pública o semipública como es el caso del grupo Aramón, al que no pertenece Candanchú, como así ocurre también con Astún en el mismo Valle del Aragón. 
           b) Cambios en la estructura y plazos de la deuda, tanto en la de corto plazo como de largo plazo,  y en general también de financiación propia, no sólo ajena. El sistema financiero y, en particular la situación actual, ofrecer muy diversas posibilidades. 
          c) Cambios de planificación estratégica con nuevos enfoques en la misión, visión y objetivos. Esto conlleva la introducción del cambio climático en los planteamientos estratégicos, la intensificación de la desestacionalización y búsqueda de nuevas líneas de mercados, de negocios, etc. 
 

            Luis  Ferruz Agudo / Escritor y economista / 
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