Título: “Crisis Financieras”
Autor: José Luis Campos Echeverría
La obra que vamos a introducir este mes viene “como anillo al dedo” para explicar la actual situación de la economía mundial ¿Cuántas veces ha oído mencionar la palabra crisis en los últimos meses? Y, sobre todo, ¿se ha preguntado cuánto durará la crisis financiera de liquidez que estalló en agosto de 2007?
“Crisis financieras, enseñanzas de cinco episodios”, editado por Marcial Pons, es el título completo de este libro con un contenido tan interesante y un tamaño tan reducido que, en una sola tarde, tendrá tiempo de sobra para completar la lectura. Seguro que muchos lectores consideran el estudio de las crisis financieras pasadas un ejercicio poco productivo. Si lo que me interesa a mí es pronosticar las crisis futuras, pensarán, ¿para qué quiero estudiar las pasadas? Este razonamiento es, desde mi punto de vista, totalmente erróneo. Las experiencias pasadas siempre ayudan a predecir el comportamiento futuro ¿Cómo reaccionaron los gobiernos, inversores e instituciones financieras en la depresión de los años 30? Y, ¿en la reciente burbuja tecnológica? ¿Qué hemos aprendido de estos shocks? Todas estas preguntas encuentran respuesta en la obra de Antonio Torrero Mañas, catedrático de Estructura Económica de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid).
La obra se estructura en cinco episodios: la gran depresión de los años 30, el crack bursátil de 1987, la burbuja inmobiliaria japonesa, el hundimiento del LTCM en 1998 y, para finalizar, la reciente burbuja tecnológica. Es importante destacar que cuatro de los cinco episodios ocurrieron en Estados Unidos, lo que no nos debería extrañar, ya que la cultura financiera se genera, básicamente, en el mundo anglosajón y, desde allí, se expande al resto del mundo. Por otro lado, debemos distinguir con gran claridad entre las crisis financieras graves y las perturbaciones financieras. Dentro de las primeras, la gran depresión y la burbuja inmobiliaria japonesa son los episodios a los que el autor dedica más espacio en la obra.
La gran depresión de los años 30 ha sido la crisis financiera más severa hasta la fecha. Entre los años 1929 y 1932, el DJIA experimentó un descenso del 89%, el PNB de los Estados Unidos una caída del 30,5% y el mercado inmobiliario un desplome del 50%. Datos, sin duda, aterradores y que explican las penurias pasadas tras los felices años 20. Comparada con la gran depresión de los años 30, la crisis del año 1987 fue un simple estornudo. No por la brusquedad de la caída, ya que el 19 de octubre de 1987 el DJIA cedió un 22,6% registrando un nuevo record en un único día, sino por su breve extensión temporal. Además, la crisis de 1987 sorprendió al mismo Alan Greenspan, que llevaba menos de 10 semanas al frente de la Reversa Federal Norteamericana, cargo que luego ocuparía durante casi veinte años.
Mención especial merece, también, el capítulo dedicado a la burbuja inmobiliaria japonesa por sus posibles similitudes con el caso español. Hace unos años, la frase más repetida en nuestro país era “no te preocupes, los pisos nunca bajan”. Expresión que ahora se ha sustituido, en un alarde de optimismo patológico, por “bueno, los pisos están bajando, pero, en un año, se recuperarán”. Japón es un claro ejemplo de una economía que ha sufrido las consecuencias del ladrillo y, en el país nipón, la crisis post-burbuja dura ya casi dos décadas. A pesar de que la extensión de Estados Unidos es 75 veces mayor, en 1990 se estimó que las propiedades japonesas valían cinco veces más que las de Estados Unidos. Esperemos que, tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria en España, nuestro periodo de recuperación sea más breve que el acontecido en Japón.
Alexey De La Loma Jiménez
