Como una auténtica montaña rusa. Así se está comportando el mercado de fondos en 2016. Después de que en junio viviera uno de los peores meses del año como consecuencia de Brexit, julio cierra como el mejor mes del ejercicio. El inicio de la época vacacional está sentando bien a la industria de la inversión colectiva, que finaliza julio con un avance de 5,54 mil millones de euros. Esto supone un crecimiento del 2,5% respecto al mes anterior y le permite volver a dibujar un acumulado anual en positivo, con 2,48 mil millones de euros. Así el patrimonio total gestionado se sitúa en 224,69 mil millones de euros, un 1,1% por encima de cierre de 2015.
En esta ocasión, y a diferencia de lo visto en meses precedentes, los mayores crecimientos se han producido en la categoría de rentabilidad objetivo, que suma 1,75 mil millones de euros. También a diferencia de los primeros meses del año, las únicas caídas de julio se han dado en fondos monetarios, que pierden cerca de 100 millones de euros, en contraposición con los 820 millones ganados a lo largo del ejercicio. Todo esto parece indicar que en este mes de mejor comportamiento bursátil los partícipes han dejado al margen los productos con fuerte carácter de refugio.
Aún y todo, en estos meses de idas y venidas, la categoría de fondos con mejor comportamiento patrimonial ha sido la de renta fija duración, que suma 3,94 mil millones de euros en el año; seguida de la de rentabilidad objetivo (2,05 mil millones) y renta fija duración (1,31 mil millones).
Si julio se ha convertido en el mejor mes en términos brutos (teniendo en cuenta el efecto positivo de los mercados financieros sobre el patrimonio de los fondos), también lo ha sido en términos netos, es decir, teniendo en cuenta exclusivamente las suscripciones y reembolsos de los partícipes.
Los partícipes han aportado al mercado de fondos 2,8 mil millones de euros nuevos, la mejor cifra desde abril de 2015, cuando la industria sumó suscripciones por valor de 5,5 mil millones.
Estos números, sin embargo, están muy condicionados por las suscripciones de 1,6 mil millones de euros en un sólo fondo de rentabilidad objetivo de Caixabank (ver página 8). El resto de entradas se reparten entre las categorías de renta fija corto plazo, que suma 820 millones de euros, y garantizados, con 180 millones.
Después de un junio marcado por Brexit, julio da un respiro a los mercados que vuelven a la senda del crecimiento. En este escenario de optimismo, todas las categorías de fondos, a excepción de inmobiliarios (en liquidación), cierran el mes en positivo, con una revalorización media del 1,27%.
Los fondos con mejor comportamiento han sido aquellos con un componente bursátil, de forma que los de renta variable pura han sumado un 4,60%; los de inversión libre, un 2,60% y los mixtos de renta variable, un 2,12%.
Gracias a este impulso de los mercados financieros los fondos dan la vuelta a la rentabilidad anual y tornan en positivo los acumulados anuales, con un rendimiento medio del 1,06% y un avance comprendido entre el 0,04% de los monetarios y el 3,76% de los fondos de inversión libre.
Las diez grandes gestoras se hacen eco del descanso que ha traído la época estival y cierran el mes con un crecimiento conjunto de 4,06 mil millones de euros. Este avance representa un 73% del crecimiento total del sector, ligeramente por debajo de la cuota de mercado que ostentan estas entidades, del 77,7%
La Caixa se ha convertido, sin lugar a dudas, en protagonista indiscutible de este avance, gracias a su nuevo fondo de rentabilidad objetivo Caixabank Rentas Euribor, que en tan sólo un mes ha acumulado un patrimonio de más de 1,6 mil millones de euros, el 28,8% del crecimiento total del sector.
Le sigue BBVA, con un crecimiento mensual de 780 millones de euros. En este caso el crecimiento se encuentra repartido entre diferentes productos y categorías, con un mayor peso en los fondos de riesgo (470 millones) y de renta fija (290 millones).
La única integrante del top ten en cerrar julio en negativo ha sido Bankinter, que refleja una pequeña caída patrimonial de 30 millones de euros. Y es que el crecimiento patrimonial en productos de riesgo no ha sido capaz de compensar las salidas en monetarios y renta fija.