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Desigualdad, pensiones y política económica

Entre las consecuencias de la última crisis económica, uno de los temas más ampliamente debatidos ha sido el incremento de la desigualdad. Esta se puede referir al reparto de la riqueza o de los ingresos, y existen distintas formas de medirla.

En este post me centraré en las distintas formas de medir la desigualdad de renta disponible, que se ha caracterizado por su incremento en la mayoría de países de la UE28 en el periodo posterior a la crisis económica (figura siguiente) y en los efectos de las transferencias sociales sobre la desigualdad y actividad económica,

Indice Gini UE 28

Figura.- Índice de Gini después de transferencias sociales en el año 2015 (barras-escala izquierda) y variación entre los años 2007 y 2015 (triángulos–escala derecha). Datos EUROSTAT

 

El modo más habitual de medir la desigualdad es el índice de Gini (cuyo valor oscila entre 100 y 0, siendo 100 la mayor desigualdad y 0 un grado de equidad total) después de transferencias sociales. Siendo la diferencia del índice antes y después de dichas transferencias una medida del grado de redistribución de las políticas sociales. 

Pero como he indicado, el índice de Gini no es la única forma de medir la desigualdad. Otra forma habitual de medirla es la relación entre quintiles, entre el segmento 20% superior y 20% inferior de rentas, que muestra una elevada correlación (0,98 en la UE28) de tipo exponencial con el índice de Gini.

correlación quintiles e indice de gini

Figura.- Estudio de correlación entre el ratio quintiles (20% de población con mayores ingresos/20% de población con menores ingresos) y el índice de Gini. Datos EUROSTAT , ratio quintiles  e índice de Gini

En el año 2015 en España el ratio entre los quintiles superior e inferior era de 6,9, un 32,7% superior a la media de la UE28 y AE19 y el cuarto mayor de la UE28. También en dicho año, España presentaba un índice de Gini de 0,346 después de transferencias sociales, el sexto mayor de la UE-28.

Las transferencias sociales son un medio efectivo de reducir la desigualdad de rentas y tasa de riesgo de pobreza. De hecho, en 2015 las transferencias sociales redujeron la tasa de riesgo de pobreza de la población de la EU-28 desde un 26,0 % a un 17,3 %.

En España, las transferencias sociales han supuesto una reducción del índice de Gini del 31,89%, reducción significativa pero que aún así es la sexta menor de la UE28 (figura siguiente).

Indice de Gini después de transferencias sociales

Figura.- Índice de Gini antes y despues de transferencias sociales (escala izquierda) y reducción del índice de Gini en porcentaje como resultado de las transferencias sociales (escala derecha). Datos EUROSTAT, antes y después


El tercer método de medir la desigualdad, y quizá menos conocido, es la relación entre la mediana y la media de ingresos disponibles, de tal forma que cuanto mayor es la relación, menor es el grado de desigualdad. España ocupa la posición decimoquinta de la UE28 en cuanto a ingresos disponibles per capita, siendo la relación entre mediana y media de dichos ingresos del 86,65%, la decimoctava de la UE28 (figura siguiente).

media y mediana de ingresos netos

Figura.- Media y mediana de los ingresos disponibles por habitante en paridad de poder adquisitivo (PPA) (escala izquierda) y relación entre mediana y media de dichos ingresos (escala derecha). Datos EUROSTAT

 

Hasta ahora he hecho hincapié en el problema de la desigualdad. Sin embargo, para evaluarla adecuadamente, habría que puntualizar que determinados factores reductores de la desigualdad como la educación o la asistencia sanitaria no están incluidos, siendo las prestaciones distintas entre los países. 

Además, la desigualdad es un parámetro relativo de distribución de la riqueza, es decir, se refiere solo a la población estudiada. De tal forma que un país puede presentar un índice de Gini muy bajo (distribución homogénea de los ingresos) y sus ciudadanos ser más pobres que otro con un índice de Gini elevado (mayor desigualdad en la distribución de ingresos).

También se ha relacionado la desigualdad con tasa de riesgo de pobreza (población con ingresos inferiores al 60% de la mediana de renta disponible), indicadores relacionados en la medida de que también es un parámetro relativo a la población de que se trate.

En la evaluación de las tasas de pobreza es interesante, como hace EUROSTAT ,  desglosarlas por actividad profesional (tabla siguiente), constatándose  como es lógico, que los desempleados son un grupo especialmente vulnerable, ya que casi la mitad (47,5 %) del total de desempleados en la EU-28 estaba en riesgo de pobreza en 2015; registrándose las tasas más altas, con diferencia, en Alemania (69,1 %), . 

tasa de riesgo de pobreza según actividad


Tabla.- Tasa de riesgo de pobreza según actividad después de transferencias sociales. Datos EUROSTAT

 

En el caso de España, otro segmento de población que merece especial atención es el de ocupados. En este aspecto, la situación de España es preocupante, ya que el 13,1% de los ocupados se encontraba en el año 2015 en riesgo de pobreza, un porcentaje inferior solo a Rumanía y Grecia, resultado de los niveles de precariedad y empleos a tiempo parcial , consecuencia, al menos en parte, de las políticas económicas que tienden a competir en precios.

Cuando se analiza el riesgo de pobreza entre los jubilados, se observa que en la UE28 solo uno de cada ocho se encuentran en esta situación. Siendo la situación de los jubilados españoles mejor que la media, ya que casualmente en España solo el 10,2% de los jubilados se encuentra en riesgo de pobreza, por lo que los jubilados siguen mimados por los políticos al constituir un caladero de votos, suponiendo en la actualidad los mayores de 65 años  el 18% de la población


Situación que ha dado lugar a que al comparar los ingresos de los pensionistas  con el resto de la población, observemos que España es uno de los cinco países de la UE28 en que la renta mediana de la población de mayores de 65 años es superior a la del resto de la población, en gran medida debido a la reducción de poder adquisitivo de los salarios, como se puede deducir de la reducción de los costes laborales unitarios llevados a cabo los últimos años (figura siguiente).

Evolución costes laborales unitarios

Figura.- Variación de los costes laborales unitarios en los países del UE-28 entre los años 2007 y 2016. Datos EUROSTAT

 

Esta situación ha permitido simultáneamente que se produzcan transferencias intrafamiliares de rentas que ayudan a sobrevivir a los jóvenes, que permanecen bastante desprotegidos en el mercado laboral, sin que ello excluya posibles efectos negativos incrementando el porcentaje de ninis (ni estudian ni trabajan). 

El resultado puede considerarse una perversión del sistema de transferencias sociales, ya que el teóricamente mayor poder adquisitivo de las pensiones procede de las menores rentas salariales, al mismo tiempo que los jóvenes se sienten desprotegidos e infrautilizados como resultado de las políticas económicas actuales.

 

Resumen y Conclusiones

A partir de la crisis económica uno de los aspectos sobre los que se ha incidido es el incremento de desigualdad de renta disponible entre los ciudadanos de muchos países de la UE28. 

La desigualdad se puede medir mediante distintos métodos, como el índice de Gini, ratio de quintiles o la relación entre media y mediana de rentas, dando lugar a resultados similares.

Al evaluar la evolución del grado de desigualdad en los últimos años, apreciamos que España ha sido uno de los países en los que más se ha incrementado a pesar de la reducción de esta que suponen las transferencias sociales.

Uno de los factores que reduce la desigualdad es el sistemas de pensiones, que contribuye a luchar contra la pobreza y contra la desigualdad social en las personas jubiladas y de edad avanzada, en el que España, en términos relativos, ocupa una buena posición. Posición que da lugar a que se produzcan transferencias intrafamiliares paliando la desprotección que sufren los jóvenes en el mercado de trabajo.

En términos generales existe preocupación por los niveles de desigualdad alcanzados en las sociedades a raíz de la crisis económica. Sin embargo, debemos reflexionar sobre el hecho de que las sociedades deben buscar el óptimo de desigualdad, parámetro subjetivo e influenciado por la ideología política. Estando sin embargo claro que los extremos, la igualdad total y la acumulación de riqueza en unos pocos, no es un resultado óptimo. 

De hecho, las desigualdades en la distribución de la renta pueden incentivar a las personas para mejorar su situación a través del trabajo, la innovación o la adquisición de nuevas capacidades, aunque por otra parte, estas desigualdades se han vinculado a menudo con la delincuencia, la pobreza y la exclusión social.

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