Acabo de leerme bastante a conciencia el artículo de Tomás Iglesias "Cáncer e infarto vc solvencia y liquidez" (por cierto, como siempre, un artículo bien interesante), me han venido a la cabeza unas reflexiones, que me gustaría comentar aquí.
En dicho artículo se comenta que algunas empresas quebraron por falta de liquidez (cosa muy típica que puede pasar en cualquier época), y por otro lado comenta que otras empresas quebraron por falta de solvencia (es decir, al parecer iban bien, pero por situaciones coyunturales - crisis económica - se fueron al garete).
Bueno, visto esto, quisiera comentar algunas cosas al respecto, sobre todo en lo referente a los rating. Por ejemplo se comentaba en el articulo que Lehman Brothers quebró a pesar de tener un rating AAA. Está claro que en teoría ésta empresa es "buena", dado su rating, pero no debemos caer en el error de fiarnos sólo de los rating. Voy a poner ejemplos prácticos claro, para que los menos expertos lo vean mejor:
El tema de los ratings es algo que hay que tener en cuenta, pero que tampoco son la panacea. Primeramente, hay que tener en cuenta que dichos ratings son puestos por empresas o entidades privadas, luego siempre hay susceptibilidad de que algunas valoraciones se hagan más precisas que otras (es decir, que en algunos haya más "manga ancha" que en otros). Yo primeramente partiría de la base de que no es ni mínimamente lógico que una empresa con rating AAA quiebre (que pasaría entonces con las empresas con menor rating?).
Bueno, todo esto viene al cuento de que hay muchas empresas que tienen "demasiada" exposición a activos tóxicos (como pasaba con Lehman). Para los menos expertos, un activo tóxico es un activo con alto riesgo (p.ej. una hipoteca con condiciones muy restrictivas, o con alta probabilidad de impago dada la falta de solvencia del cliente que la contrató). Entonces, si una empresa tiene una elevada exposición, por qué tiene un alto rating? Pues muy fácil: Porque si no la gente no invertiría en ella.
Todo esto que comento viene al hilo de unas afirmaciones simples pero muy importantes que hacía el siempre genial Warren Buffet. Él siempre ha sido partidario de hacer las cosas despacio pero seguro, sin demasiados riesgos (bien es verdad que últimamente se ha metido a invertir en derivados, - con bastante mal resultado, por cierto-, pero también es verdad que el hombre se podía permitir ese lujo y mucho más). Lo importante cuando invertimos en una empresa, mucho más importante de el hecho de que vaya a crecer lo más rápido posible, es el hecho de que no haya casi posibilidad de que vaya a tener problemas. Creo que ese es el mayor problema que sufrimos todos los inversores, que buscamos rapidez en las ganancias, y olvidamos lo más importante, que es la seguridad.
Creo sinceramente que la actual crisis que hemos sufrido viene precisamente de ahí, del querer enriquecerse rápidamente a cualquier costa, creando burbujas y removiendo las bases de la propia economía.