El mercado ha recibido hoy todo lo que le gusta: una nueva vuelta de tuerca en el programa de expansión monetaria del Banco de Japón con la introducción de tipos de interés negativos; un dato de crecimiento del cuarto trimestre en Estados Unidos bastante moderado que permite aplazar una nueva subida de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal; y un dato del índice de gestores de compras de Chicago mucho más fuerte de lo esperado que respalda la confianza en que la desaceleración del crecimiento registrada en la recta final del pasado ejercicio será transitoria.
Con este telón de fondo, los mercados bursátiles occidentales han despedido la jornada con ganancias relevantes, del orden del +2.2%.
En este movimiento al alza, el índice de renta variable europea DJ STOXX EUROPE 600 se va acercando ya a su primera zona intermedia de resistencia situada en el entorno de los 350 puntos (un +2.3% por encima del nivel de cierre de hoy). Cuando lleguemos a esa cota, valoraremos la fortaleza de fondo del mercado a corto plazo. Si el mercado perforara al alza esa zona de resistencia, mantendríamos las posiciones en renta variable, dejando correr la tendencia al alza pero fijando tácticamente un límite a la baja en esos niveles. Por el contrario, si el impulso alcista perdiera fuerza en esa zona, reduciríamos riesgo tácticamente para volver a esperar al mercado más abajo. Como hemos dicho en anteriores ocasiones, en estos próximos meses el mercado bursátil debería irse moviendo al alza dentro del rango y sub rangos que fue definiendo a la baja desde abril del pasado año. Se trata de un rango y unos sub rangos de amplitudes invertibles, y que trataremos de aprovechar convenientemente en la medida de lo posible a través de una gestión activa del riesgo en cartera. Por ahora, después de unos meses de diciembre y enero penosos, los mercados parecen estar entrando en una fase de mayor tranquilidad.