Esta semana he tenido la oportunidad de asistir al encuentro que reúne a la industria de fondos y que organiza iiR España.
En las primeras conferencias de la jornada se focalizó el debate en la industria de gestión de activos, la evolución en España. Se recalcó que el patrimonio de las Instituciones de Inversión Colectiva (IIC) había crecido según las cifras suministradas por Inverco.
Este crecimiento parece insuficiente, ya que según datos de Banco de España existe una gran cantidad de ahorro aún en depósitos bancarios.
Esta situación tenderá a desaparecer cuando la situación de incertidumbre económica y geopolítica tienda a desaparecer, pero lo que a mi juicio también subyace en todo esto es la diferenciación que debería tenerse clara entre ahorro e inversión, lo que tiene mucho que ver con el desarrollo y divulgación de la cultura financiera y la demanda con ello del asesoramiento financiero.
Se puede definir inversión, en el sentido económico, como la colocación de capital para obtener una ganancia futura. Mientras que ahorro es el dinero guardado para un uso futuro.
Ante los cambios que se van producir en la industria de gestión de activos, a saber,
- Una mayor oferta de productos por parte de las entidades bancarias como los fondos garantizados, los fondos objetivos, o las carteras perfiladas
- Mayor presencia de gestoras internacionales, y gestoras independientes en el mercado
- El desarrollo de las nuevas tecnologías en las finanzas, las Fintech, y los Robadvisors
- Nueva plataforma de comercialización de fondos en el mercado
- La puesta en marcha de la regulación comunitaria MIFID II
La diferenciación entre ahorro e inversión como paso inicial para sumergirse en la cultura financiera es fundamental.
Queda mucho por hacer mucho que divulgar para que finalmente el asesoramiento financiero tienda a ser eficiente.