La noticia aparecida hoy de que primer ministro griego, Alexis Tsipras, anunció anoche la convocatoria de un referéndum sobre las condiciones del rescate exigidas por la troika, es un buen motivo para que vayamos recapacitando sobre la situación en la que nos encontramos los españoles, y vuelve a poner de actualidad esta serie de tres post.
De cuando en cuando es bueno recordar por qué sufrimos la crisis y comprobar si las medidas que van tomando los gobiernos de verdad están permitiendo que, tal como nos dicen, estamos viendo el final de la crisis.
Los mayores de 50 años recordarán que en los años 80, en España sufrimos una crisis económica de la que salimos gracias a los estímulos fiscales del gobierno de aquellos tiempo, que en grandes rasgos se materializaron en una amnistía fiscal y en nuevas inversiones en obra pública a base de deuda para preparar el país para las Olimpiadas y la Expo de 1992. Este incremento de deuda estatal permitió unos años de fuerte crecimiento a lo que también ayudó la modernización de las grandes empresas españolas, como Telefónica, que por entonces remodeló todas sus centrales telefónicas.
Cuando hay crecimiento los gobiernos tienden a aumentar el gasto, y eso es lo que se hizo entonces sin tener en cuenta que los ingresos de entonces no eran recurrentes, sino la lógica reacción a los estímulos introducidos por el gobierno a base de endeudarse. Se acabaros las Olimpiadas y la Expo, y la construcción, motor de la economía, se hundió, el paro se disparó, los ingresos del Estado se desplomaron, se incrementó el déficit entre ingresos y gastos del Estado hasta el 32% del PIB, la deuda conjunta de familias, empresas y Administraciones Publicas se incrementó hasta el 125% del PIB y la peseta sufrió varias devaluaciones para poder ganar competitividad. La consecuente crisis de gobierno impulsó al PP al gobierno.
Pero el nuevo gobierno tomó el camino más fácil y más efectivo para retomar el crecimiento: continuar, gracias a los fondos Feder, y a la mayor facilidad para captar capital del extranjero, con la construcción infraestructuras (autovías, aeropuertos, etc.), edificios terciarios municipales (polideportivos, teatros, etc) y de viviendas, actividad que se incrementó exponencialmente gracias a esta facilidad de crédito que se nos permitía al estar dentro de la Unión Europea. Fueron años de fuerte crecimiento del PIB, control de gasto y reducción de déficit presupuestario, pero no de la deuda, que continuaba creciendo. todo ficticio ya que era un crecimiento basado en tomar dinero prestado del exterior y gastarlo construyendo viviendas. Con el cambio de gobierno, se volvió a cometer el mismo error de antaño, aumentando el gasto pensando que los ingresos eran recurrentes cuando no lo eran y nos coge la crisis mundial con una deuda del 230 % del PIB, etc.
En la siguiente gráfica pueden ver la evolución del PIB nominal español y de la Deuda asumida por las familias, empresas y Administraciones Públicas. En ella pueden ver como ha tenido que crecer mucho la deuda para que la economía pueda crecer, de forma que hemos llegado a la situación actual en el que el volumen de la deuda ya es tan alto que es imposible seguir ta tendencia.
Ya han pasado casi siete años desde que comenzó la crisis, y por ahora lo único que se está haciendo, como les comentaba en un post anterior, es salvar a nuestros acreedores, así que desconfíe de quien le dice que estamos saliendo de la crisis y comenzando una nueva era de crecimiento porque no es creíble. Antes se tiene que resolver el problema del alto endeudamiento. Simplemente estamos disfrutando de un leve repunte, a base de más deuda, con objeto de salvar las elecciones y cuando su efecto pase, volveremos a estar igual. Nuestros problemas fundamentales son dos: Deuda excesiva y desempleo, mientras no se resuelvan no es posible un crecimiento sostenible.
Saludos.
Iberpapel, el tiempo juega a su favor.
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