La esperanza de crecimiento de los beneficios de Almirall gracias a la exportación de sus patentes al resto del mundo, había llevado la cotización de sus acciones a un precio demasiado alto, pero la realidad de los resultados del primer semestre, la fría presentación de los mismos a los analistas internacionales, junto con el hecho relevante enviado a mitad de agosto a la CNMV en el que se comunica que se retrasa la presentación en el registro de la FDA de EEUU la combinación del bromuro de adiclinio con formoterol fueron suficientes como para parte de sus inversores comprendieran que el precio al que estaba cotizando no era sostenible.
Desde entonces el precio de cotización de sus acciones no ha parado de caer con volumen creciente, y aunque hoy está repuntando ligeramente como reacción a la fuerte caída de ayer y a la sobreventa que muestra el RSI, todo parece indicar que es muy probable que la veamos cotizar por debajo de los 8 euros e incluso podría caer por debajo de los 7 euros si los resultados del tercer semestre no muestran una franca mejoría.
La empresa tiene buenos fundamentales, y un equipo gestor que ha reaccionado ante la crisis de forma adecuada, pero falta que las ventas crezcan y se genere el flujo de caja suficiente para volverla a hacerla apetecible a los inversores, que se precipitaron en exceso descontando beneficios futuros que ahora parecen más difíciles de conseguir.
Habrá que estar atentos a la evolución de sus resultados trimestrales y a su cotización, pero sin precipitarse para no tener que sufrir pérdidas por un exceso de optimismo.
Saludos.
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