En respuesta a Ankaser:
Trabajo mano a mano con la dirección DEL HOSPITAL, porque me interesa la gestión sanitaria y porque defiendo el sistema público. La información que me da el sindicato, la tomo de entrada como lo que és, información, que luego me preocupo de contrastar, para intentar ver cuánto hay de verdad, y cómo se cuenta.
Esfuerzos sindicales, de momento, sólo el oir sus informaciones. E intentar traducir y explicar a mis compañeros de la forma más imparcial posible el contenido. Desde luego me mueve mucho más el desarrollo de mi profesión y además pienso como tú, que un buen profesional en su campo (sea lo que sea, y del nivel que sea) es su mejor tarjeta de visita y carta de presentación. Esto, y ser honesto, e intentar ser justo con uno mismo y con los demás, pienso que es prioritario.
El problema de los sindicatos médicos, ya se ve en las reuniones y asambleas donde no va nadie. Pero, tampoco se lucha donde se debe (Por mucho que nos quejemos en la cafetería), en que con el decretazo cobramos en diciembre (Y seguirá así en junio y dicembre de 2011) una paga extra de menos de 900 euros (LAs enfermeras cobraron cerca de mil y los técnicos y auxiliares 50 euros mas que nosotros. Los MIRES como dependen del ministerio de educación pasaron de los 1200. Tampoco se lucha porque las bajadas de salario son siempre proporcionales al sueldo (Ej, Médicos recorte 7%, Enfermeras 5%,... Celadores 3%), pero cuando se negocian las subidas siempre son lineales. Desde que llegó A. Guerra estamos sufriendo una presecución importante (Enfermeras incluidas) que los gobiernos de derechas no han querido corregir. Quieren hacernos un colectivo obrero de casco y pala, y exigirnos la vocación del sacerdocio. Hay dos batajas, dos reglas.
Pienso que hay que luchar contra la corriente, pero buscando el cauce. Huyo de posturas negativistas y contrarias a todo, pero pienso que no podemos estar parados. Ni nosotros como colectivo profesional ni todos los españoles que estamos viendo como la política y los pòlíticos nos están tomando por tontos con la colaboriación inestimable de la banca y algunas multinacionales. Se trata de una revolución pacífica que ponga freno a estos desmanes. Poco a poco, sin priosa pero sin pausa. Queda mucho camino, sobre todo para los que por edad tenemos una responsabilidad de cambiar el sistema para nuestros hijos.
Un saludo.