Sacauntos
17/01/11 12:12
Ha comentado en el artículo Petróleo y alimentos ¿pueden ser parte de la guerra de divisas?
ir al comentario
Hola, Comstar.
Antes de nada, perdona por mi expresiones sarcásticas, que tengo que reconocer que en frio me parecen más bien chabacanas, así que lo primero vaya mi disculpa por el tono de mi anterior mensaje.
Dicho esto, no estoy diciendo que todos los bolcheviques tengan cuernos ni rabo, ni que huelan todos a incienso (lo mismo que no puedo decirlo de los nacional socialistas, ni de los liberales), pues en todo movimiento ideológico siempre hay individuos que actúan con conviciones y honestidad de hacer lo correcto, aunque lo correcto sea para ellos exterminar al que se pueda oponer a un mundo gobernado por su utopía y por lo tanto como fanáticos se entregan a su nueva religión y no son capaces de entender cómo alguien no ve lo evidente: lo justo y próspero que será su mundo futuro e ideal.
Lo que me repatea es que, en la actualidad, tal vez porque fue la utopía que perdió la guerra, los utópicos que defendía un mundo sin especuladores -y lo simplificaron con el prototipo medieval del "judío"- se la considere una utopía malvada y degenerada en sus planteamientos -juicio, que personalmente, comparto, pero es mi opinión- y en cambio a otra utopía, que estadísticamente es infínitamente mucho más criminal y socialmente más opresora se la califique con benevolencia e incluso se la vea con simpatía y se justifiquen sus desmanes por los utópicos de la misma -también es cierto que ganó la guerra y duran mucho más-, que haya gente tan "molona" que lleve un retrato en la camiseta de su idolatrado Che -el que personalmente ejecutó a cientos de prisioneros y luego fue ministro de industria en Cuba, hundiendo la economía más próspera del Caribe, hasta que Fidel viendo el desastre como gestor del mismo le largó del cargo y el tio se fue a "seguir haciendo la revolución"- y en cambio no parezca tan molón un tio con la camiseta con un retrato de Himmler u otro similar.
Que a Den Xiao Pin se le alabe, y con toda la razón en ello, por darse cuenta de la locura y megalomanía de Mao -locura que le llevó a matar a más de ochenta millones de chinos, ¡nuevo record! que superó a la que setecientos años antes había batido Gengis Khan, que lo había dejado en cincuenta millones de chinos -debe ser especial el cargarse masas de chinos-, cambiese el modelo económico, que no político, de China, llevando a este país a una prosperidad jamás vista en su historia, y quede esto en su favor, pero como hizo otro dictador en América llamado Pinochet que convirtió a Chile en el país con uno de los mejores sistemas de Seguridad Social del mundo, contenía la inflación a menores tasas que en Europa cuando toda sudamérica estaba a nivel del 1000% anual y mantuviese un nivel alto de prosperidad de su país. Lo que no entiendo es la distinción entre dictadores según lo molón que nos caigan, cuando en China cada año son ejecutados más presos políticos, aparte de comunes, que en todos los años que estuvo Pinochet en el poder.
Como decían un alto miembro del Partido Nacional Socialista Obrero Alemán, con todo el cinismo del mundo, nosotros sí somos unos asesinos, porque es bueno para Alemania y para el futuro de la humanidad (creía él), frente a la hipocresía de sus vecinos comunistas que eran decenas de veces más asesinos pero afirmaban que su país era una "Democracia Popular" y ellos no eran asesinos, simplemente hacían todo lo necesario para que su revolución proletaria triunfase. Que se considere a Alemania -cierto es- la que comenzó la II Guerra Mundial con la invasión de Polonia y no a la URSS, que también invadió Polonia unos días más tarde -pacto Molotov-Ribbentrop- y se dedicó a cargarse a todo polaco que se moviese. Y es que como decía Stalin: "la muerte de un hombre es una desgracia, la muerte de millones... estadística".
Todo esta perorata en el fondo se resume en que somos hijos de nuestro tiempo y según nuestro entorno parece que vemos con más benevolencia o acostumbramiento a unos sistemas políticos y económicos que a otros, pero sólo habría que plantearse si nos gustaría vivir en ellos siendo oposición activa.
Y dejando ya este debate político filosófico, si quieres nos centramos en la parte económica del mismo, que en acuerdo en muchas cosas contigo y en otras en desacuerdo, no me duelen prendas en reconocer tus conocimientos y aprender de los mismos. Gracias por todos ellos.