Por si alguien tiene interés, os comento cómo se “manipula” la integración de datos de resultados de las obras.
Un contrato de obra normalmente es plurianual, y tiene como cierto sólo el plazo y el precio de adjudicación.
Durante la obra, en cada año se cierran cada mes los resultados mediante la resta de la producción (número subjetivo manipulable DISTINTO de la certificación real) y el coste (número subjetivo manipulable DISTINTO del pago real de facturas).
Básicamente, cada tres/cuatro meses se trasladan planificaciones perfectamente manipulables de cada obra, donde se pueden añadir “expedientes en trámite”, que suman producción basadas en cantos de cisne de liquidaciones, expedientes de reclamaciones o nuevos expedientes complementarios o de modificación, revisiones de precios contractuales imaginativas, adelantos de producción sobre la realidad de la obra ejecutada, etc. y, por lo tanto, aportan resultados irreales positivos… y restar costes manipulando las amortizaciones de activos fijos, almacenes realmente utilizados, recortes en pagos a subcontratas, imputación posterior de costes para meses que se suponen mejores, etc.
De la integración de todas las obras, y de las instrucciones de la superioridad sobre estas alteraciones, salen los resultados globales que se presentan…que dependiendo de las intenciones pueden representar la realidad o cualquier otra cosa.
Obviamente, se puede hacer al contrario subiendo costes (previsión de reparaciones que no ocurrirán, adelanto de costes…) y bajando producción (pon que llevamos sólo media estructura en el P.K. 3+400…) si interesa empeorar resultados…como se hacía en las épocas de bonanza para laminar las excelencias de la empresa en previsión de tiempos peores, aflorando resultados con años de decalaje.
La clave es que los contratos plurianuales permiten empujar hacia el final la realidad, hasta el último momento… incluso mucho tiempo después.
En fin, que los datos trasladados al mercado por las constructoras son los que quieren trasladar, ni más ni menos… hasta que si hay ciclos largos de desastres no se pueden laminar…y te pilla el toro. Y vienen los llantos y el crujir de huesos.
Todo esto para el que tome decisiones bursátiles basadas en resultados, para más inri trimestrales, que son, como digo, exacta y llanamente los que quieren dar.
Los reales los conocen y los dueños se adelantan haciendo en consonancia lo que deben con sus acciones, colocarlas o recoger… que es su segundo y provechoso lucrativo negocio.
La cartera es fundamental. Contratar es lo más difícil del mundo. Y todos se presentan a todos… estar detrás de una obra NO SIGNIFICA NADA.
Vaya rollo, eh