Pocholo r.
10/01/13 13:12
Ha comentado en el artículo Ya pueden preguntar por Fiscal Cliffs en España....
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Mira he encontrado un artículo que me viene al pelo sobre el tema que nos ocupa, se titula la Desamortización (o desmoralización de Rajoy), no defiende exactamente lo que yo, pero si toca temas interesantes.
"(...) Las desamortizaciones de Mendizábal y Madoz tenían un objetivo primordial que no era, por supuesto, acabar con la Iglesia, sino imponer una forma única de propiedad: la propiedad privada. Frente a ésta, el Antiguo Régimen conoció una notable variedad de formas de propiedad que incluían muchos comunes. Por ejemplo, tierras, bosques y pastos que la comunidad explotaba para beneficio de todos, si bien no estaba claro quién era el dueño de las tierras. Ni falta que hacía: este sistema, que se había mantenido durante siglos, permitía cultivar alimentos y obtener combustible y materiales de construcción a un enorme número de personas que vivían en las áreas rurales y que no necesitaban ser propietarios de ninguna tierra, sino tan sólo disfrutar del usufructo.(...)Si de repente se confiscan bienes comunes y se ponen en el mercado de subastas, ¿quién puede comprarlos? No el pueblo, desde luego, que a duras penas consigue sobrevivir y no dispone de ahorros, liquidez ni crédito. Lo que se confisque acabará, por supuesto, en manos de los ricos. Así, el primer resultado de las desamortizaciones fue que una gran cantidad de tierras y edificios terminaron en poder de la vieja aristocracia y la mismísima Iglesia, que ahora podían mostrar los títulos de propiedad de esas tierras que habían controlado desde siempre. Además surgió una nueva oligarquía de origen burgués que se hizo con enormes patrimonios expropiados a las comunidades.(...)
Cabe destacar que la dictadura franquista supuso una parada relativa en el proceso de desamortización, como en todo lo demás, pero superado este paréntesis, los sucesivos gobiernos de la monarquía parlamentaria retomaron el asalto a los comunes con un entusiasmo que no ha parado de crecer hasta la orgía actual. Los antecedentes del robo a mano armada (literalmente) del que somos víctimas han recibido nombres diversos en los últimos años.
Para no extendernos demasiado, ni perdernos en el laberinto, recordemos el desmantelamiento industrial preconizado por el presidente socialdemócrata González Márquez y apellidado con el engañoso nombre de «reconversión», que caracterizó los años ochenta del siglo XX y que, en aras de la idolatría europeísta, representó el fin de la industria española. Esta fase desamortizadora culminó con la llamada «cultura del pelotazo», en virtud de la cual se hicieron grandes fortunas a costa de la venta, disolución, enajenación, etc. de numerosas empresas públicas, sobre todo las más rentables. Fue el inicio de la moderna desamortización, pero aún faltaba mucho camino por recorrer.(...)
El gobierno ultraconservador de Aznar López remachó el triste final del siglo XX con el poco esperanzador comienzo del siglo XXI. Aznar, un hombre que se deja llevar y con una sola idea en la cabeza, se limitó a continuar lo que su predecesor había empezado. Aprovechando un periodo de prosperidad económica por completo irreal, se sumó a la corriente neocon (o ultraliberal) y no sólo zanjó el proceso de privatización de las empresas públicas (que, recordemos, son bienes comunes), sino que empezó a aplicar, al principio con timidez, medidas privatizadoras parciales en los servicios públicos. Un poco «por ver qué pasaba» y para poder decir, pavoneándose a gusto, que «España iba bien».
Una vez abierta la caja de los truenos y viendo que nadie protestaba, los políticos, a sueldo de la clase dominante que entorpece a España desde siempre, siguieron haciendo más de lo mismo hasta llegar al momento presente. Ahora, bajo la excusa de una crisis fantasmagórica y sin mostrar vergüenza alguna, Rajoy y los suyos, la vieja oligarquía de siempre, mezcla de católicos rancios, fascistas y advenedizos con dinero, han decidido hacer caja, de nuevo, con los bienes de todos.(...)
No cabe duda de que lo que el gobierno de Rajoy Brey está llevando a cabo con tanto empeño es una desamortización a gran escala, pero no de tierras y monasterios, sino de bienes y servicios públicos que pertenecen a la nación, es decir, al pueblo. No al gobierno, por lo que de entrada deberíamos preguntarnos si el ejecutivo, por muy elegido que sea, tiene derecho a vender cosas que no son suyas.(...)
http://iniciativadebate.org/2013/01/07/la-desamortizacion-o-desmoralizacion-de-rajoy/