Yo no compré mi primera acción con 12 años como Bill Miller o Warren Buffett, ni tenía familiares relacionados con la bolsa. Por toda herencia genética bursátil, sólo contaba con el caso de mi padre, que compró acciones el mes antes de la depresión de 1973, para venderlas en pérdidas 12 años más tarde, justo antes del gran mercado alcista de los 90, siguiendo en ambas instancias el consejo de un “gran experto de bolsa” …
Empecé a trabajar en bolsa a mediados de 1997, en una gestora alemana...