Todo lo que leo sobre el tema de la vivienda me parece digno de permanecer en cuarentena. Tanto de los catastrofistas que anuncian el fin del mundo a cada “dato estadístico” que se publica (cuando todos sabemos, Hollywood mediante, que no toca hasta el año 2012), como de aquellos optimistas que ven recuperaciones poco menos que inminentes con ¡sorpresa! el “mismo dato estadístico” que apuntalaba las sentencias de los primeros.
Por las mañanas me desayuno con “sesudas explicaciones” sobre la ...