Nadie habla de turnos, por supuesto que eso se organiza con flexibilidad. No es fácil explicar el funcionamiento de la administración para el que no forma parte de ella. El tópico del funcionario vago tomando café es un chorrada, pero que el rendimiento es menor te lo aseguro. Y me refiero al funcionario que hace tareas administrativas sobre todo. Maestros y médicos,por ejemplo, por las características de su puesto, no tienen esas ineficiencias.
Y lo que no es flexible es eliminar unidades y redistribuir al personal, igual que no es flexible pasar el dinero que sobra en una unidad a otra. Que eso tiene una justificación razonable para evitar usos fraudulentos, pues sí. Pero la parte negativa es que a veces se gasta en algo que no es necesario.
Y en lo del hospital (yo no he dicho nada de cerrar hospitales por cierto, eso lo pones tú, yo hablaba del ministerio de sanidad y era solo un ejemplo), no hablas de lo mismo que yo. Ese tipo de concesiones amplias suelen ser a plazos mucho más largos que contratas específicas como, por ejemplo, la limpieza, o contratas de asistencia técnica por obra y servicio. No es lo mismo conceder la explotación de un hospital de forma integral que contratar a una empresa para que limpie el hospital y a otra para que de las comidas.
A primera vista parece evidente que si ponemos un intermediario que tiene que sacar beneficio el coste para la administración subirá, y así es. Pero si profundizamos en el problema no es tan simple como eso.
En resumen, lo que quiero decir, es que el sistema debe contar con un cuerpo de funcionarios que garantice una independencia del poder político en las decisiones administrativas y técnicas, aceptando que tendrá muchos defectos en términos estrictos de eficiencia, pero no es necesario para muchas otras cosas, como la limpieza, la restauración, el mantenimiento de edificios, los servicios informáticos, y un largo etcétera