Tiempo y, sobre todo, superávit presupuestario... sí, por supuesto. Pero es mucho más "diver" ir inaugurando edificios e instalaciones faraónicas, con las que, de paso, colocas a unos cuantos amiguetes. Los más modosos para cobrar por nada, los más pillos para que se forren (y, de paso, financien ilegalmente a los partidos) con lo que se "despista"... que hagan falta o no, que sean sostenibles económicamente, eso ¿a quién le importa, aguafiestas? Si, además, ¡da votos!
Así que nada, ¡marchando un aeropuerto, una estación de AVE y una universidad para cada capital de provincia! (tenemos más que Alemania y que Francia de las 3 cosas)
Añádele la obsesión populista por las PYMES (la inmensa mayoría, de medianas nada, pequeñas, y con minúscula: menos de 5 trabajadores), porque son las que "crean empleo" -de qué nivel,
calidad y competitividad, da igual- y mientras, machacas con impuestos, cargas sociales y normativas varias a las medianas-grandes, que anda que están tardando en trasladar la producción a Europa del Este, a Marruecos o a Extremo Oriente...
Después, espolvoreas unas poquitas subvenciones para el I+D (todos más o menos por igual, que así no se enfada nadie; que unos sean buenos y otros malos, o que subvencionemos investigar lo mismo en 8 sitios distintos, ¡que más da! ¡si, mayormente, es para salir en el telediario!) y ya tienes el "pastel"... bueno, ni eso, antes de meterlo al horno hay que dividirlo en 17 porciones DESiguales y dejar que cada CA le añada tropezones a su gusto...
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