Yo creo sr Certero que cuando vienen bien dadas todos somos sabios, sobre todo a posteriori, y cuando vienen mal dadas, todos somos sabios igualmente, pero siempre después de la jugada; eso es extrapolable a todos los órdenes de la vida, creo, inocentimente. Aquello de " Noo si yo ya lo dije".A pasar buena semana.