Pues hay un poco de todo:
Gente con problemas mentales, con problemas economicos, con cuentas pendientes con otros vecinos, alguno tambíen que tiene una jeta que ni el adamantium, alguno que pasa de todo, etc.
La mayoría somos razonables y afables pero basta con te toquen un par de los otros en la comunidad para que te amarguen las reuniones y que sacar cualquier arreglo o mentenimiento sea un triunfo...
El tabaco, además de dinero te cuesta la salud. Mi padre se cogió un cancer en la boca por el cochino tabaco. Afortunadamente lo ha superado, pero el tratamiento fue duro y le han quedado secuelas.
Calcula cuanto gastas al día en tabaco, coge un tarro de cristal y ve metiendo cada día en el tarro lo que gastas en tabaco. Así verás de forma tangible el dinero que se va en el vicio de fumar. Mejor echa monedas y no billetes, pesan más y la sensación física es más fuerte. Tambiés es importante que el tarro sea transparente, para que puedas ver tu progreso día a día.
Cuando el tarro se llene usa parte del dinero para celebrarlo (es importante celebrar el éxito). Puedes preparar una comida especial, una salida especial, comprarte algo que te guste como una prenda de ropa, una joya o un telefono nuevo. Tiene que ser algo memorable, que te recuerde que tienes la fuerza de voluntad para vivir sin fumar.
Cada vez que flaquees, recuerda que el tabaco te quita tiempo de disfrutar con tu familia...
Valor y, ¡al toro!
Correcto. Yo también creo que hay que encontrar un equilibrio entre el gasto, el ahorro y el disfrute. Cuando uno de esos tres se desmadra mala cosa es...
Pero el tema de mi comentario es diferente: hoy día hemos perdido la conciencia de lo que cuesta ganar las cosas. Traducir el precio a horas de trabajo (o de vida) es un intento de recuperar esa conciencia. Que el dinero no es número en una cuenta bancaria, ni siquiera un montón de billetes; es la recompensa por el sacrificio y en trabajo que hemos hecho en el pasado. Eso es algo que debemos tener presente cada vez que hacemos una compra.
Cómo tú dices esa realidad (las cosas cuestan dinero y el dinero hay que ganarlo con sacrificio y trabajo) no deben impedirnos disfrutar, con cabeza, de nuestros ahorros.
Pues existe otro incluso mejor pero es más complejo. Se trata de calcular cuanto ganamos de verdad por hora. Se hace en tres pasos:
1-. Al salario neto le restamos los gastos que ocasiona el trabajo: transporte (cuánto gastamos para ir y volver del trabajo), comida (si comemos fuera por trabajo), ropa, etc. Asi sabremos cuanto estamos ganando de verdad.
2-. A las horas que dedicamos al trabajo le sumamos las que usamos para comer y las que tardamos en ir y volver al trabajo. Asi sabemos cuanto tiempo estamos fuera de casa por motivos de trabajo.
3-. Divides el salario de verdad entres las horas que dedicas al trabajo de verdad. Asi sabemos por cuánto dinero estamos vendiendo una hora de nuestra vida.
No se trata de no gastar ni de ser unos rácanos de tomo y lomo sino de saber lo que de verdad cuestan las cosas. De recuperar el vínculo entre lo que compramos y lo que cuesta ganarlo.
Por ejemplo, este fin de semana ha habido feria del pincho en mi barrio. La organización fue un desastre, baste decir que sólo pudimos disfrutar un pintxo de los 4 bares a los que fuimos. El gasto fue considerable ya que somos 2 adultos y 2 niños, o sea 16 consumiciones. Mi mujer volvía a casa decepcionada...
Le hice los números y entre que no gana mucho y que tiene jornada reducida le salía un dia de trabajo para pagar las cañas
yo-. ¡Pues vas a estar trabajando el lunes para pagar esto!
ella, después de pensar un poco-. ¡Pues las próximas cervezas nos las tomamos en casa!
Y tiene razón, lo que nos sirvieron en los bares no vale el esfuerzo que nos costó.
Os propongo el truco del azafato desconocido para ahorrar...
Cada que vez que sintais un impulso de compra, cerrad lo ojos e imaginad que un azafato os ofrece en una mano el producto en cuestión y en la otra el dinero en efectivo que cuesta. Imaginaos al azafato diciendoos cosas comas:
¡Buenas tardes! Puede ud. elegir entre este paquete de patatas fritas o una moneda de un euro...
entre llevarse estos pantalones o este billetito de 50 euros que tengo aquí.
entre tener esta tablet o este billete verde de 100 euros...
Quiero pensar que no es algo intencionado, y que se trata de un fallo en el diseño del mecanismo de medición de la cantidad de tinta que queda en los cartuchos.
De todos modos, para usuarios domésticos tiene cada vez menos sentido tener una impresora en casa. Yo me deshicé de la última que tuve cuando descubrí que los cartuchos se habían secado por falta de uso.
De normal juego cero patatero...
En navidades unos 180-200 euros y por compromisos, que todo el mundo me pide cambiar décimos con las fechas de nacimiento de los crios.
Ahora, eso sí, siendo muy consciente de que es un impuesto voluntario y que es dinero pédido por no decir tirado.
Después de meditarlo mucho llegué a la conclusión de que hay que buscar un equilibrio entre lo que disfrutas ahora y lo que guardas para mañana.
Los que sólo disfrutan ahora sufrirán mañana cuando les llegue algún imprevisto.
Los que se pasan la vida guardando, sufrirán mañana cuando echen la vista atras y vean que han desperdiciado su vida sin disfrutarla.
¿Dónde está ese punto de equilibrio entre disfrutar ahora y guardar para mañana? Pues depende de la persona y de la etapa de la vida en la que esté. Por ejemplo nostros, antes de tener hijos teniamos ahorrado un año de gastos familiares, después de que naciera el primero ahorramos hasta tener 3 años de gastos familiares en nuestro fondo de emergencia.
El primero paso para alcanzar un objetivo es conocerse a uno mismo. Probé muchas cosas antes de llegar a la fórmula de "el ahorro es lo primero". Intente hacer presupuestos, intente llevar un registro de los gastos diarios con una libreta , etc. Nada me funcionó, precisamente por mi falta de VOLUNTAD.
Una vez que conocí este aspecto de mi personalidad, adapté mi método de ahorro a él. Al ahorrar al principio del mes no tengo que luchar con las tentaciones que van surgiendo. Lo que queda en la cuenta después de ahorrar es dinero de libre disposición y puedo gastarlo como me plazca. Es decir, no hace falta voluntad.
Para que funcione es imprescindible que el dinero vaya a un banco que no sea nuestro banco habitual, para que este fuera de nuestra vista y nos olvidemos de él. En casos extremos podemos congelar las tarjetas de crédito o débito y de claves asociada a esa cuenta. De este modo ponemos una barrera física que evita que saquemos el dinero en un momento de debilidad...
Buenas,
Todos los años el RACE prueba la seguridad de las sillas de coche para niños. El de 2015 lo puede ver en http://www.race.es/seguridadvial/formacion-race/sillas-infantiles/sillas-infantiles-2015.
Con la seguridad no se juega. Mi consejo es que no mire el precio y escoja una entre las tres con mayor puntuacion. Las sillas de Cybex aparecen en los primeros lugares tanto en la categoria I/II/III (1 a 12 años) como en la II/III (4 a 12años). Parecen una buena opción...
