Cambioyev
17/06/14 23:09
Ha comentado en el artículo Los efectos de las medidas del BCE
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Normalmente nos alegramos por los beneficios de las empresas, sobretodo sin son españolas, porque eso significa que la cosa va bien, que se relanza la actividad, que se va a crear empleos... Como si de un campeonato mundial se tratara, sus éxitos son nuestros éxitos.
Esto debería ser lo normal... pero bajemos de la nube, algo no cuadra. ¿Por qué las grandes empresas siguen teniendo beneficios, sus acciones suben y sus directivos ganan sueldos millonarios... sin que ello tenga reflejo en la creación de empleo o en el aumento de los sueldos de los trabajadores?
Porque una cosa son los mensajes que se lanzan repetitivamente (y se fijan en la mente de la población) sobre cómo se relacionan las causas-efectos en la economía; y otra, cómo funcionan realmente esas relaciones económicas.
Todo depende de cuáles son las condiciones base sobre las que se producen esas relaciones.
En una economía sana, equilibrada y de libre competencia, los beneficios empresariales salen de la utilidad que sus bienes y servicios reportan a sus clientes.
Actualmente esta no es la realidad, pero los que tienen el poder para decidir siguen decidiendo continuamente sobre lo que es bueno o malo en política económica en función de unos parámetros incorrectos e irreales, en función de una libertad de mercado y de competencia y de unos organismos reguladores basados en lo que sería un modelo ideal y no en lo que realmente es.
Porque en una economía de grandes desequilibrios entre la oferta y demanda de trabajo, de grandes empresas oligopolísticas que cuentan con rescates y ayudas legislativas, de crecimiento de los beneficios basados en la falta de competencia, en recorte de costes laborales y empleo... esos beneficios salen del pago de unos precios artificialmente altos por sus clientes, del pago de los impuestos de todos los ciudadanos y del recorte de sueldos de los trabajadores.
En una economía sana sus grandes empresas crecen con el crecimientos de los demás agentes como son los trabajadores, clientes y la sociedad en general. En una economía desequilibrada en la que domina el abuso de poder y de mercado, las grandes empresas crecen a costa de todos los demás.