Creo que la pésima imagen del empresario español, se debe a que en general, todos los españoles, no sólo los empresarios, tendemos a la picaresca, a la chulería, a la mala educación, al amiguismo, a la holgazanería, al ventajismo y a la trampa. Cualquier individuo de estas características con galones de mando es un peligro, sea cabo chusquero, ordenanza o jefecillo. En la transición la clase política tenía una pase. Los políticos tenían estudios y se respetaban entre ellos .Tenían la idea de que entre todos intentaban construir un pais mejor. Muchos pasaron momentos duros en la clandestinidad... Hoy en día, los políticos buscan beneficiarse ellos o sus familias y perpetuarse en sus cargos, están peor preparados, hablan peor y no esconden su afán de lucro, para sí y para su partido. El perfil de un político español, es el de un funcionario en excedencia, que cuando ocupa su cargo le echa la culpa de todo a la herencia recibida y se sube el sueldo, después "coloca" a los que puede y empiezan a repartir contratos, entre sus afines, a cambio de jugosas comisiones.
Volviendo a los empresarios, las PYMES en España, no se basan en tecnología o innovación, que obliguen a tener que mimar a trabajadores cualificados. Son empresas muy pequeñas, generalmente del sector servicios, con personal muy poco o nada preparado, facilmente sustituible, que como decías, con la tasa creciente de desempleo, tiene que soportar unas condiciones infames y día tras día, peores.
El empresario ve el sueldo de sus trabajadores como dinero que deja de llevarse a casa, lo que les paga a ellos, deja de ir a su bolsillo y agobiado por "untar" al político de turno, o al funcionario que le ha concedido la licencia irregular, o que mira para otro lado en vez de velar por que se cumplan las normas de seguridad o los horarios que correspondan, aprieta hasta el límite a sus empleados, que a su vez si pueden, se la jugarán.