Hola Tomás, sigo tu blog, pero esta vez solo estoy deacuerdo contigo cuando mencionas la ilusión.
Me acuerdo de pequeño, el día del sorteo teníamos infinidad de décimos y boletos. Nunca nos ha tocado nada. Pero estar toda mi família pendiente de la radio, todos juntos mirando los boletos....ilusión. Aunque pierdas 100€, 200€, ese día no tiene precio (para mí). Nos llamamos toda la familía, y al final, lo que dices, "por lo menos tenemos salud".
Otra cosa que hay que tener en cuenta, y no entiende de estadística ni de probabilidades, es la envidia. En mi barrio tocó hace dos años una burrada de millones. Desde aquel día, todos los números de mi barrio, agotados en 2 días (especialmente en los establecimientos que tocó).
Una prueba de esto es cuando vas a tomar un café con un amigo o compañero de trabajo, y compras un décimo. Indudablemente, "casi" siempre, el acompañante compra otro ("por si acaso").
Yo sé que tengo ínfimas posibilidades de que me toque, pero estar 2 meses pensando en que probablemente me toque algo... me hace descartar posibilidades, el dinero perdido, etc...
Así veo yo la lotería de Navidad. No entiende de rentabilidad, probabilidad, el palo de hacienda, .... simplemente tener ilusión i/o envidia por un tiempo determinado.
Saludos