Me voy a permitir opinar sobre los asuntos catalanes, ay, que tan adentro me llegan. Llevo muchos años pasando largas temporadas en ese bellezón de región, pues estoy casado con una catalana de nacimiento. No es que la gran mayoría hable catalán, es que lo habla todo Dios, hasta los senegaleses, en el pueblo a donde voy. La Selva. En Barcelona, e incluso Gerona (aunque menos) se compagina, si no fuera así tus pobres padres, a juzgar por tus palabras vivirían en un gueto. Pero el idioma no es el problema, creo yo; además creo que debe potenciarse su mantenimiento, y es un idioma precios, yo lo hablo y entiendo y como filólogo no me gustaría perderlo. Por cierto, no pierdas tú, mantén, la calidad del castellano, que es muy elegante también.
Ahora bien, ciertamente la región es muy rica, ofrece muchísimas posibilidades y genera riqueza con la ayuda de sus gentes: trabajadora y de buen hacer. Efectivamente hay otras regiones muy pobres, y todas, las ricas y pobres, pertenecen a un mismo país. Yo estoy en alguna ONG, tú supongo que también. Y me abrumo y te abrumas con las desigualdades sociales, con el hambre...Y siendo así, ¿no va a existir el mínimo principio de solidaridad en nuestras conciencias, como hacemos con los ricos, vaya, para entender que quien más tiene, puede ofrecer más' Hace falta romper el país para dejar tiradas a las regiones que no gozan de los mismos medios que las ricas? Es verdad que hay holgazanes, en todos, pero no vamos a ser capaces de pensar, siendo hoy ya palpable y evidente, que hay una clase dirigente que reprime, escatima, succiona y adormece a los habitantes con el único fin de continuar con sus intereses o con los de otros que ya huelen y saborean el poder? Pues eso.