Albertino de Figueiredo, fundador de Afinsa, ha aportado un informe médico que le desaconseja someterse a una declaración; no obstante, el Fiscal ha estimado que, de no haberse sometido a un forense judicial, lo que está haciendo es acogerse a su derecho a no declarar.
A continuación es llamado su hijo, Carlos de Figueiredo Escribá y comienza el interrogatorio por la Fiscalía. Exhibe a la Sala múltiples documentos a través de los que intenta demostrar la consciencia del declarante al respecto de que la rentabilidad de los contratos se fijaba al margen de la revalorización de los sellos. El Señor Figueiredo reitera que, tratándose de una gran masa, habría sido contraproducente estimar la revalorización concreta de cada unidad, por lo que se atendía a un rendimiento fijo, arriesgándose Afinsa a perder o ganar dinero, en función de si el precio establecido resultaba superior o inferior al valor de catálogo en ese momento. Luzón intenta convencer a la Sala, a través de una muestra del catálogo Michel, de que la filatelia no siempre se revaloriza; pero el declarante aclara que, aunque puede ocurrir excepcionalmente y en referencia a tamos cortos que se devalúe, nunca se da esta circunstancia a largo plazo y compensando dentro de una gran cantidad de ejemplares.
Las interpelaciones se han centrado posteriormente en la posibilidad de conocimiento por el compareciente sobre la supuesta falsedad de los sellos suministrados por Francisco Guijarro, conocida mediante informe elaborado por Hermenegildo Trillo en mayo de 2002. Figueiredo asegura que comenzó a examinar los presuntos contratos afectados, a partir de esa fecha; y que, anteriormente, no había tenido ninguna sospecha a pesar de haber visado él mismo las facturas emitidas por Guijarro, puesto que el departamento de valores y Juan Carlos Morán nunca le habían advertido de ninguna irregularidad en los importes.
La declaración no está resultando tan contundente y nítida como la de Juan Antonio Cano; no obstante, el Señor Figueiredo está demostrando ser conocedor de la actividad de la Empresa y de su trabajo; y haber obrado al menos con la diligencia exigida. Sí que ha reconocido desconocer algunos datos preguntados, pero referidos a la elaboración de contratos PIC, en cuya redacción y aplicación él no había participado.
Continúa la declaración de Carlos de Figueiredo Escribá, vocal del Consejo de Administración de Afinsa desde 1997 y con responsabilidades en el área filatélica.
La segunda parte de la vista de hoy hace hincapié, con insistencia del Fiscal, en la acusación a Afinsa de intentar un monopolio en el control de los precios de los catálogos. Trae a colación distintos documentos que recogen declaraciones del presidente Albertino exponiendo la necesidad imperativa de evitar las inconvenientes bajadas de precios en la filatelia. A este respecto, Carlos de Figueiredo contextualiza tal manifestación de intencionalidad situándola en reuniones y asambleas de la ASCAT -Asociación de editores de catálogos-, la cual él mismo presidió. Explica que Afinsa pretendía editar un catálogo que permitiese la seguridad del Mercado; para ello, contemplaban una revalorización contenida y progresiva, sin atender a especulaciones que implicasen fuertes subidas y bajadas de precio. No obstante, insiste el compareciente en aclarar que cada catálogo era soberano para fijar sus propios precios y que Afinsa no había llegado a acuerdos con ellos sistemáticamente. La Fiscalía alude a distintos encuentros entre Afinsa y representantes de catálogos filatélicos que le hacen sospechar al respecto de esta presunta manipulación de precios.
La Presidenta del Tribunal interrumpe la sesión a mitad del interrogatorio del Fiscal a este imputado. Luzón anuncia que le quedan pendientes varias preguntas al respecto de los catálogos. Habrá que esperar a la siguiente Vista, fijada para el próximo 3 de diciembre.