La cuenta joven es aquella destinada a las personas cuya edad se encuentre comprendida entre los 14 y los 25 años, aunque en ocasiones este rango de edad puede ser mayor, empezando algunas en los 18 años y llegando hasta los 29 o 30 años. Se trata de una cuenta flexible puesto que permite a sus clientes contar con numerosas ventajas.
Las cuentas para jóvenes son en su mayoría cuentas corrientes sin comisiones que permiten tener una disponibilidad del dinero sin necesidad de tener un saldo mínimo en la cuenta, ya que puesto que se trata de jóvenes.
Las cuentas joven permiten domiciliar la nómina y recibos puesto que lo que pretenden comúnmente las entidades financieras con este tipo de cuentas es conseguir la vinculación futura de este tipo de clientes.
Cabe destacar que las ventajas de cada cuenta joven puede variar en función de la entidad financiera en la cual sea adquirida, por ello, se recomienda revisar las condiciones de cada entidad.
Si contratamos una Cuenta Joven tenemos que exigir que al menos no nos cobre comisiones por mantenimiento ni nos exija tener un saldo mínimo en la cuenta, así como tener un saldo mínimo en la cuenta.
Además, tendremos que estar al tanto de a qué edad dejaremos de tener esas ventajas asociadas a nuestra edad y qué ocurrirá entonces. Es decir, si nos empezarán a cobrar comisiones o con qué otra cuenta podemos obtener unas ventajas parecidas y en caso de que no nos convenciera plantearnos cambiar de entidad fijándonos bien en las fechas.