Yo no veo los motivos para la euforia por ningún sitio. Cambiar p.p. por deuda subordinada o acciones no es más que cambiar de activo. Es como está pasando -vuelvo al ejemplo- de las motos. La gente que ve que pasan meses y no vende su moto, acaba ofreciendo un canje. No la vende pero al menos prueba otra, que tal vez se venda mejor, pero nunca se sabe.
Yo lo que tengo claro es que cuando una parte, sin estar obligada, propone un cambio de las condiciones de un acuerdo, no suele ser para salir perdiendo.
También tengo claro que las mías las venderé, y que perderé dinero. Si el canje -en caso de que se ofrezca- os parece bueno, adelante con él. Demasiado hastiado estoy de La Caixa como para convertime en "caixero" -parafrasenado a Bankia y sus "bankeros"-...
Como he tratado de explicar en otras intervenciones, y aun a riesgo de resultar "cansino", al final el control lo tiene quien tiene el poder de decidir. Uno siempre puede decidir no seguir en el juego, aceptando que salir del juego va a tener un coste. Yo he decidido que voy a salir de las p.p., y sé el coste que puedo soportar. Si en enero me cuesta salir más de lo que estoy dispuesto a perder, me esperaré. Lo que debéis tener claro es que para todos habrá un coste, ya sea en tiempo, en mala leche, o en dinero de abogados.
No os agobiéis porque al final no es más que dinero. El dinero va y viene, pero vida sólo hay una, y no merece la pena pasarla encabronado. Evaluad las opciones, elegid la que menos coste os suponga, salid del juego y seguid con vuestra vida, no merece la pena sufrir.