Tenga o no nadie toda la razón, lo cierto es que este debate- llamemosle así- aporta a gente como yo algo más de conocimiento, aunque sea para un buen dia ir a protestar o a exigir lo que sea. Gracias, pues, a quienes más intervenis para aclarar conceptos.
Habrá gente que ya estaba informada de lo que eran las Preferentes y que incluso las había solicitado. Pero del resto no todos eramos jubilados o ancianos a los que metieron un gol. Eran buenos tiempos, y probablemente en muchos casos no hubo mala intención por parte de nadie, aunque sí falta de rigor profesional de muchas oficinas.Y eso ya es grave tratandose de dinero ajeno.
Si me permetis el juego de palabras, probablemente bastantes de los afectados eramos considerados en nuestras respectivas oficinas como "clientes preferentes" (por antiguedad, nominas, depositos, o simplemente por afinidad con el personal).
Las Preferentes de Telefonica, al menos por lo que conozco de mi oficina, no eran ofrecidas al primero que entraba a pedirlas. Al contrario que otro tipo de Preferentes, las de telefonica daban muy buen interés. El cliente que las conocía las solicitaba, pero a otros les avisaba el propio personal cuando otro cliente de la misma oficina se desprendía de preferentes. ¿Buena o mala intención? Hombre, ahora mismo supongo que seria malintencionado, pero entonces quiero pensar que no era sí. Por esa razón la compra-venta de Preferemtes se realizaban casi siempre entre clientes de la misma oficina. Por esa misma relación de proximidad entre el director de la oficina y el cliente, es posible que tenga razón alguno de vosotros cuando ha afirmado que en casi todas las oficinas de La Caixa han cambiado al personal a proposito para evadirse de tener que dar explicaciones a antiguos clientes.
Yo recuerdo que lo único que pregunté era si mi capital nominal estaba asegurado o corría el riesgo de perder parte y me aseguraron que estaba garantizado. Pero obviaron explicarme los "otros" riesgos y "esa cosa" del vencimiento perpetuo...
Ahora, tras examinar todos mis papeles que guardo celosamente, he podido comprobar que no hubo contrato, solo una orden de compra con un añadido que decía más o menos que yo conocía minimamente cómo funciona el mercado bursatil y una casilla en la que pone que "no" estaba dispuesto a perder nominal. Pero un contrato, con todas las condiciones y letra pequeña no lo hubo, al menos en mi caso para las preferentes de Telefonica. Sí, en cambio, para las propias de La Caixa que tambien tuve, y que es lo que me ha permitido hacer la comparación entre unos papeles y otros.
Si digo esto es porque quizá- sólo "quizá"- la inexistencia de un contrato con todas sus clausulas y condiciones podria ser bueno para quienes decidan ejercer toda la presión o denuncia ante el banco o donde haga falta.
saludos