De nuevo el impresentable del pepeluis Carod Rovira.
Este personaje deleznable, que domina como nadie la gestión del odio, con la única finalidad de terminar convirtiéndolo en lucro personal y cuya gestión en cabeza del gobierno de la Generalitat, consistió en dedicarse a la "dolce vita" bajo el poderoso argumento de la difusión del catalán por el mundo, vuelve timidamente a salir en escena, no contento con todo lo que dilapidó y esquilmó al erario catalán.
Lo curioso del caso es que semejante esperpento, después de su gestión en el tripartito como vicepresidente catalán y de dejar tras de si un panorama de economia de guerra y desolación e indignación extremas, aún tiene gente que le apoya según se desprende de este artículo.
Mientras,la ciudadania padeciendo las secuelas de tan nefasta gestión,con una merma de calidad de vida espectacular y unos índices de pobreza jamás vistos en Cataluña comunidad próspera por excelencia.
Carod se lo monta
12.11.11
Desde hace algún tiempo, circula la especie de que Carod Rovira fue contratado como asesor del hospital Santa Tecla, con un sueldo mensual de 6000 euros. No es cierto, la noticia corre sin el desmentido posterior. El propio Carod suele hacer bromas sobre asunto.
Este nefasto personaje no se puede conformar con 6000 euros. En realidad, se ha colocado como coordinador de una Cátedra de Diversidad Social en la Universidad Pompeu Fabra. La Obra Social de la Caixa, que se conoce que no tiene necesidades más urgentes que atender, aportará 150 000 euros cada año, que bien pudieran ir a parar íntegramente a los bolsillos del recién nombrado coordinador, puesto que la UPF no ha querido desvelar cuáles serán sus honorarios. No es probable que Carod haga gracias con este asunto. Como mucho, dirá que es materia reservada, lo que no deja de ser un chiste. Muy malo.
Carod no montó su tinglado para conformarse luego con 6000 euros. A la vista está que en su etapa de político, en la que fue soporte de Montilla y después también de Zapatero, no paraba de viajar, con su séquito y su cartera llena, para regalar dinero aquí y allá, a menudo, si no siempre, con la idea de hacer mermar el número de castellano hablantes*. Si no fuera porque el dinero que ha dado es real y procede de los contribuyentes españoles, este hecho daría tanta risa como mirarle la cara.
Carod vive del odio. Del que induce contra España y del que recibe él. No es que sea masoquista, que yo no sé si lo es o no es, sino que parte de la realidad de que este sentimiento es muy común, y administrado con destreza genera votos, y esos votos luego se traducen en dinero y en relaciones provechosas.
O sea que Cátedra de Diversidad Social. ¿Y qué tratamiento se dará en esa cátedra a los contribuyentes españoles?.
* Una especie de mosca cojonera del prestigioso instituto Cervantes.
P.D: Artículo publicado en Periodistadigital.com