Re: El cuadro de la Pantera Rosa
¡Buenos y felices días!
Ya siento no poder entrar con más frecuencia y poder contestar puntualmente. Cada vez tengo menos tiempo para la vida virtual. ¡Qué penita! Por otro lado, esto implica que puedo sacar más horas para mi vida "real". En fin, que en esta vida no se puede tener todo, hay que elegir siempre...
En mi casa, en la que vivimos ahora mismo, no tengo telas de más, por decirte que hasta los manteles son de plástico, te lo digo todo. Ni cortinas, ni stores, ni nada. La tela inevitable de las camas, la lavo con mucha frecuencia y en caliente. La ropa ídem. Pero las esquinas de las habitaciones tendría que fumigarlas como bien dices, pero el asma me impide utilizar determinados principios activos que, por un lado evitarían los ácaros, pero por otro, comprometerían mi respiración, con lo cuál, no puedo hacer mucho al respecto.
Ventilo sin sol, en las primeras y últimas horas del día, sigo a rajatabla todo lo estipulado en el folletito "anti-alergias", pero aún así, siempre quedan rastros...
Antes dormía con el pequeñuelo, porque tenía un hiperapego conmigo, pero cuando empecé a ahogarme literalmente, le pusimos una habitación para él solito y tuvo que pasar por aprender a despegarse de mí.
Ahora ya y desde entonces, por la noche no me ahogo y puedo dormir mucho mejor, dentro de lo que me permite el cambio hormonal, que es tirando a poco, pero por lo menos no dejo de dormir por falta de respiración, que era un agobio que no veas. Madrugadas en el jardín, intentando insuflar aire a los pulmones. Las pasé canutas, sobre todo en la primavera y verano de 2013.
¡No me digas que el aire de Canarias te ha ido bien? Pues chica, bueno es saberlo. No sabes cuánto me alegro por ti. Como ahora mismo no tenemos destino fijo, dentro de unos meses nos tocará decidir a dónde vamos a vivir la siguiente temporada de nuestra vida, igual nos hacemos una escapada a Canarias y vemos qué tal me va allí. Por probar que no quede...
Lo que peor llevo es retirar a mis peludines. Una cosa es no dormir con ellos y otra muy distinta retirarlos de por vida de casa. Buf, como no les pase algo y se vayan a mejor vida, la menda no los vende ni loca. Lo pasaría fatal pensando en ellos, cómo les iban a tratar, si me iban a seguir esperando hasta su final, buf, solo de pensarlo ya me estoy poniendo mala. Sé que el motivo sería importante, la salud, pero de todas formas, una vez que les he conocido y que llevo viviendo con ellos casi cuatro y tres años respectivamente, me iba a costar mucho dejarles en otro sitio, mucho...
Bueno, bueno, eso de que las hormigas no pican vamos a dejarlo. Las pequeñitas no lo puedo asegurar, pero hay unas grandes, asquerosillas por cierto, que vuelan y todo. No soy zoológa ni ecóloga, pero por experiencia personal, sé que pican y con mucha mala baba y su picadura te produce eritema como mínimo. Mi marido se pone fatal y las tiene pánico. Es verlas y matarlas todo uno, pero rapidito. Suelen venir en plagas, dicen que desde África. Por ahora no he visto ninguna de ellas, pero como empiecen... ni salgo a la calle, vamos.
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Lo que me parece inaudito, inexplicable, es que hayamos llegado a la situación que entrar en una entidad bancaria sea casi un suplicio, tengamos que dar explicaciones de en qué nos vamos a gastar un dinero que es nuestro. Que nos hagan pasar un mal rato. Pero ¿esto qué es? ¿No somos nosotros los clientes? Deberíamos de ser los niños mimados de la empresa. Y el problema es que somos tantos los clientes, que si uno se va, por la puerta entran otros dos, que asqueados de su entidad, cambian a otra a ver si les va mejor con ellos.
Los satánicos y los estrellados son similares a la hora de colocar productos. Como tengan en stock alguna porquería a comercializar, poco o nada les importa las consecuencias que puedan tener en el cliente, si es mayor o no, si depende de ese dinero su subsistencia o no, si es enfermo cognitivo o comprende a las mil maravillas lo que está contratando.
Mi experiencia con los satánicos ha sido nefasta, y he escuchado presuntas atrocidades en colocaciones estrelladas. Así que ya no me fío ni de unos ni de otros y con los demás, pues ojo avizor siempre, que quien nunca lo ha hecho, puede empezar a hacerlo. El miedo guarda la viña... que me llamen cobarde si quieren, pero es mi dinero y tengo que cuidarlo.
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Pues no te lo vas a creer, me dijo que me iba a llamar el lunes de esta semana que está terminando y todavía estoy a la espera de que me llamen para ver si han encontrado el rubí. Me parece que pecó de lo que hoy en día se tiene la costumbre de pecar, de juzgar por las apariencias. Iba peinada y vestida un tanto a mi estilo campero, porque no tenía intención de ir allí, pero cambiamos de destino de pronto... Total, que iba echa unos "zorros", jajaaa. No tanto, pero iba sencilla, eso sí.
De todas formas, no tiene por qué hacerse una idea de si voy a poder comprar o no una joya. Ella tiene que hacer su gestión, buscar la pieza, darme un presupuesto y dejarse sorprender. Nunca se sabe quién puede y quién no. Tampoco se sabe quién quiere y quién no.
En resumidas cuentas, que no me ha buscado la pieza y si lo ha hecho, ha debido traspapelar nuestro número de teléfono. Mi marido me dijo que la llamase, pero era darle demasiada importancia y para un primer contacto considero que ella debería de mostrar mayor interés en un futuro cliente.
Desde mi punto de vista es una prueba de mala organización, de desempeñar mal su trabajo y las negligencias no me gustan, dan mala imagen, por muy bien vestidos que vayan en la joyería...
De las esmeraldas colombianas ni me hables que se me eriza la piel. Tuve un amigo muy amigo colombiano, en la uni. Y trajo un día un puñado de esmeraldas, me las quería regalar y yo, tan digna, le dije que muchas gracias pero que no. Para que no me sintiera "ofendida" me ofreció un buen precio y yo que nones, ¡qué idiota fui! Cuando se enteró mi madre, otra a quien también le chiflaban las piedras, por poco le da algo. Me dijo que esas oportunidades se cogen al vuelooooooo... y que no se dejan escapar.
Total que me quedé sin las esmeraldas colombianas, con un verde espectacular. Alguna tenía jardincitos, pero ahora mismo daría lo que fuera por dar marcha atrás al reloj y volver a tener la oportunidad de comprarlas tan baratas.
Hoy en día su precio es intocable a mi presupuesto. Y tampoco las veo de aquel tamaño.
No he oído nunca la denominación flor de trigo. No creo que te refieras a los de flor de loto, porque suelen ser más hacia rosados. En cualquier caso, un zafiro azul claro, tampoco lo he llegado a ver. Ahora hay mucho topacio azul, pero no es lo mismo, claro... Lo que si vi en una ocasión fue uno azul de cachemira. Bueno, digamos que lo puedo ver con relativa frecuencia, ;-) Y también es precioso.
Se ven demasiadas piedras, pero por lo que constato, cuando exiges calidad, empiezan los problemas. Habrá que ir a Amberes...
Bueno, me tengo que despedir que los chuchis se están empezando a poner nerviosos.
Espero que disfrutes mucho del fin de semana y "vernos" pronto otra vez por estos lares.
Un abrazo
¡Sed felices!
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.