Re: Me voy a Lisboa
Este no lo dejo pasar, que tengo algo de ganas "de marcha", como la TTT, jajajajaja.
En mis tiempos, años ha de eso, se definía "dialecto" a cualquier lengua que tuviese su raíz en otra anterior. Dicho de otra forma, todo idioma es un dialecto con respecto a aquel del cual procede.
A partir de ahí, el español (o castellano), es un dialecto con respecto al latín que, a su vez, se supone un dialecto del indoeuropeo ese... Hago un inciso para hacerte notar que hay gente por ahí que no quiere hablar el "castellano" puesto que eso corresponde a un lugar concreto de la geografía, ahora, no tienen ningún problema en hablar español.
Y hete aquí, que las lenguas minoritarias a las que haces referencia(salvo el euskera), también provienen del latín, con lo cual son dialectos, pero viene resultando que son "anteriores" al español. De hecho, en el caso que me ocupa, un famoso rey, Alfonso X "el sabio", hablaba más en gallego que en lo que se supone que era el castellano de la época. Otro idioma, como el portugués, procede de una evolución "diferente" del gallego, tal como ha sido diferente la evolución del latín en el caso del español, del italiano o del francés para que se me entienda.
Todo ello a efectos de no pensar que un idioma es superior a otros. El número de hablantes de una lengua no le resta importancia o categoria a la susodicha. Porque, si empezamos a medir por números a los idiomas para ver cual es el más mejor... creo que los chinos llevan cierta ventaja numérica ¿te ves hablando chino?... total, los hispanohablantes en el mundo creo -no tengo datos actualizados de esto- son como un tercio de los chinoparlantes.
De hecho, no sé si has visto cierta peli, "windtalkers", basada en el uso de autóctonos americanos para tareas de comunicaciones durante la guerra a fin de que los japoneses "no rascaran bola". Cosas de tener un idioma conocido por todos como el inglés.
Creo que me he explicado.
Abrazo dominical con ganitas de marcha, jajajajajaja.
Suerte a todos.
no desaparece lo que muere, desaparece lo que se olvida