No lo sabes tú bien la cantidad de enchufes que tengo... en casa. A mi marido le da por poner de esos cuadros con varios enchufes por las paredes y no hay habitación dónde no se puedan enchufar varios aparatos eléctricos a la vez, incluso dónde no hace falta a diario. Dice que son, "para si algún día hacen falta" y yo me pregunto para mí conmigo a solas:" ¿No sería más sencillo para ese día terrible usar un ladrón?"
Querer desaparecer, lo que se dice desaparecer, no es muy descriptivo de mi realidad, ;-) Me gusta mucho la vida, mi vida, y quiero seguir dando la brasa aquí y allí y en dónde sea bien recibida, dónde se entienda mi brasa y no se perciba como la Llama Eterna. Dónde no se me quiera entender, que les den, ahora voy rápido, gasto menos energías con quien no merece la pena, jejeje. Y es que es triste, pero "no to er mundo e güeno" y a veces, luchas contra un paredón más alto y grueso que tus posibilidades de tirarlo abajo. Dios perdonará a todos, espero que a mí también, pero ya sabes que -aunque discípula de Cristo-, tan buena y condescendiente como debiera no soy... y lo siento por quienes se erigen en mis líderes espirituales -sin que nadie les haya dado vela en mi entierro- y correctores de mi pecado gordo, reconviniéndome publicamente, amén de hacer el ridículo más absoluto a mis ojos, el cilicio me hace "pupu" y no "guta", jejeje, ;-)
Pero sí es cierto que estar a diario en un foro, en cualquiera, produce un desgaste. Los días previos al canje/robo/basura/estafa de los convertibles stafanderinos fueron de órdago a la Mayor, entraba un troll, escupía falacias y le invitaban a salir. Por la puerta de atrás entraba con otro nombre y volvía a crear cizaña entre los afectados, de mi llegó a decir que mis familiares y creo que yo misma, trabajábamos en el banco de SANgrantes comisiones, jajajaaa. A ver, ahora me río, sobre todo porque YA NO TENEMOS productos TÖXICOS y me siento como el pájaro de Nino Bravo que puede al fin volar..., pero cuando los tienes encima, ves lo que le han hecho perder a tu padre por sus pésimos consejos, y encima viene un gilip****, también llamado *****oyas, a tocarte las narices y a calumniarte, que calumnia que algo queda y ves que encima, queda. Entonces ya saltas sobre el sillín giratorio y encima te arriesgas a pegarte un piñazo. Y una ya no está para mucho trote...
Si a eso se le suman las envidias, tal cuál te lo cuento, de algún imbécil que si qué hace "esa" ahí arriba y demás estupideces, etc. Pues en fin...
Y cuando vuelves al redil, con esfuerzo e ilusión, te da la sensación de que ya no era lo que un día fue, por indiscreción y tergiversaciones, por toque puntual de naricillas, por falta de respeto a otr@s -entre risas, jijiji- pero ahí queda también, pues entonces, empiezas a preguntarte: "¿Qué haces aquí, guapetona? ¿Para qué entra la gente en un foro? ¿Tiene sentido seguir luchando en tu cruzada personal contra el M.K. o Maligno Kolorao en estos medios o es mejor y más práctico seguir por libre?
Otros pensamientos también pasan por mi linda cabecita, como diría "el/la pajarillo/a Tweety", ídolo indiscutible de mi infancia, aunque no me apetezca demasiado relatarlos aquí.
¿Me comprendes ahora mejor? Siento no haber podido expresar a todos los que estimo mis pensamientos como muchos os merecéis. (Me parece que la R.A.E. también ha quitado esta tilde, me van a volver loca), pero entre las obras, los dos chuchos, mis otras obligaciones familiares y laborales, etc. no he dado yo tampoco abasto y tuve que hacer un par de despedidas, bien sabe Antíoco que no soy de una sola, ;-)-, en plan resumen.
Un saludo cordial y ¡feliz día!
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.