Antes de contaros lo que voy a deciros a continuación, me lo he pensado bastante, intento en este foro, contar cosas livianas, agradables sin mayor transcendencia, pero lo que me ha ocurrido, que para nada es gracioso, mas bien reflexivo, creo que lo debo de comunicar, seguro que a alguno le hace pensar.
Ayer fallecio el hijo de un amigo, treinta y pocos años, cuadrado como un armario, a causa de un maldito cancer, hace un mes lo desahuciaron y a la vez le propusieron un tratamiento experimental en Salamanca, al que se ofrecio voluntario (faltaria mas).
Esta mañana he ido al tanatorio, y su padre hecho unos zorros como es de suponer, me ha contado esto, que ayer a eso de las 9, le llamaron desde el Hospital de Salamanca diciéndole que se estaban acabando las horas, alli estaba su mujer con su hijo, el, una hija y la esposa de su hijo se van pitando, tardamos 5 horas y media, me dice (para 650 km.), llegamos, abrimos la puerta, vamos a abrazarle, el se quita una mascarilla que tenia, le abrazamos, nos abraza, sonrió, dejo caer los brazos y se murió, sus ultimas fuerzas las empleo para esperarnos.
Tenemos que ser positivos, los malos vientos vienen solos.
Un abrazo.