De compras en vacaciones
En los desplazamientos dentro de los países de la Unión Europea (25 27 países), la entrada y la salida de bienes y artículos para las necesidades personales carecen de limitación con respecto a la cantidad o el valor y se llevan a cabo sin los trámites específicos de las fronteras intracomunitarias. Sólo algunas excepciones como el alcohol y el tabaco están sujetas a un límite de cantidad. Además, cuando pases una aduana llevando cantidades de dinero o su valor equivalente superior a 7.500 euros, tendrás que hacer una declaración. Una vez pasada la aduana, se pueden realizar compras libres de impuestos antes de abandonar el país de destino, con ciertas limitaciones de cantidad en las tiendas libres de impuestos ("duty free shops" en inglés).
En los países de fuera de la Unión Europea, las franquicias que el turista mayor de 17 años no declara ni soportan impuestos especiales son: bebidas alcohólicas (2 litros de vino, 1 litro de alcohol de más de 22º ó 2 litros de alcohol de menos de 22º); el tabaco (200 cigarrillos, 50 puros o 250 g de tabaco); 50 ml de perfume, 500 g de café, 100 g de té.
Con respecto a los otros artículos, no hay impuestos especiales cuando el valor sea inferior a 200 euros para los mayores de 15 años y 95 euros para los niños que no alcancen esa edad. Estas cantidades no pueden ser acumuladas por varias personas tratándose de un único y mismo objeto. Esto significa que hay que declarar cualquier objeto cuyo valor sea superior a la franquicia. En este caso, el precio que el turista paga incluye cualquier gravamen e impuesto sobre el total del objeto, sin descuento alguno.
Un pequeño consejo: pide una factura o un justificante de compra de los artículos de fotografía, vídeo y sonido y joyas de valor. Conviene que sepas, además, que algunas mercancías están reguladas por regímenes especiales, como las especies animales y vegetales en peligro de extinción protegidas por la convención de Washington (anexos II y III), los bienes de interés cultural, las obras de arte y tesoros nacionales, los medicamentos de uso humano y las armas y municiones.
Existe también legislación (especialmente la italiana) que tipifica la falsificación como delito. Evidentemente, basta con que lleves una sola falsificación procedente de cualquier país, independientemente de su valor e incluso si su uso es personal, para que te detengan en la aduana por encubrimiento. Aparte de confiscarte las falsificaciones, corres el riesgo de tener que pagar una multa que se calcula en función del precio medio del artículo que se ha falsificado y de ser juzgado, llegando incluso a ser condenado a 3 años de prisión. Además de las falsificaciones, otros artículos que está terminantemente prohibido importar, exportar o su tenencia, son los estupefacientes y las especies animales salvajes protegidas por la Convención de Washington (anexo I) o los productos derivados de estas últimas.
Un saludo cordial
¡Sed felices!
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.