Hay humanos más "animales" que los propios animales.
Si supieras la de tardes, y muchas mañanas... que me he pasado simplemente observando cómo juegan, qué hacen, son divertidos un rato largo. Por eso dije que aportan felicidad, porque te ríes con ellos un rato largo, y ahora con dos, ya es para troncharse. El pequeño quiere jugar con los juguetes del grande y le ves intentando agarrar con su boquita un pedazo balón "de fútbol" más grande que él y no puede. Y cuando se pone de pie e intenta asomarse al recipiente del mayor, a ver si puede pillar cacho, cacho de pienso del grandote y no puede, es para morirse de risa. Luego va hacia BIM e intenta saltar sobre él, no puede obviamente porque le saca tres cabezas; entonces BIM se tumba y le deja subirse en el lomo. Y así podría seguir horas.
Lo que más me llama la atención es cuando el grande me avisa que se me ha olvidado el caldo de pescado en ebullición. Si no fuera por él, más de una vez se me habría quemado la comida.
La verdad es que son un amor. Como dice una amiga mía perruna: "Se puede vivir sin mascota, pero no merece la pena".
Un saludo cordial y ¡feliz día!
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.