Ludopatia Bursatil .......
Adictos a la Bolsa ‘on-line’
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Las operaciones bursátiles en internet empiezan a generar ludópatas digitales que no necesitan ser expertos en economía
Por el parqué virtual ya no se mueven solo los expertos. Con cualquier dispositivo digital se puede operar en Bolsa desde el propio hogar, en tiempo real, sin intermediarios y a golpe de clic. Reclamos que han convertido a muchos inversores en adictos digitales de altos vuelos. Mediante tratamientos psiquiátricos y terapias de grupo se intenta poner freno a esta ludopatía bursátil.
Julio Alberto: "Estuve un año sin apenas comer ni dormir”
Los últimos diez años han sido un calvario para Luis, un economista de 39 años con una carrera brillante… y una doble vida. Con 17 años empezó a comprar acciones, con 18 se dedicó a venderlas y poco después acabó como empleado de una agencia de valores. Su problema es que padece ludopatía bursátil: está enganchado, sin límite de tiempo, al mundo de las operaciones de Bolsa virtuales a través del ratón del ordenador. En su caso, los futuros y derivados financieros lo han conducido a la ruina. En dinero, más de 2,5 millones de euros en pérdidas y 450.000 euros en deudas con bancos. Su adicción lo llevó a desear ser pillado para terminar con la pesadilla. Y todo “por haber buscado la perfección en el juego”, comenta Luis.
“En la Bolsa ‘on-line’ –explica– la gente se inicia con las acciones, pero lo adictivo son las divisas (derivados financieros) o los futuros sobre las materias primas, porque se mueven más rápido y, si estás enganchado, el riesgo es mayor y da más satisfacción. Apuestas a que el oro o el euro van a subir o bajar. No apuestas solo el dinero que pones, sino diez veces más. Y luego quieres el mercado abierto 24 horas: cuando cierra el parqué australiano, te pasas al de Japón”.
No hay estudios epidemiológicos ni cifras exactas sobre esta adicción, pero los expertos empiezan a estar preocupados por los ludópatas digitales. Blas Bombín, director técnico de la Federación Española de Jugadores Rehabilitados, estima que la adicción bursátil on-line podría aumentar de uno a cinco adictos por cada mil habitantes en la próxima década.
“Lo que vemos es la punta del iceberg –apunta Ángela Ibáñez, especialista en ludopatías del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid–. No sabemos el tamaño de esa punta, pero este perfil de paciente se ve cada vez con mayor frecuencia. La ludopatía bursátil es menos perceptible que la de las tragaperras, pero lo novedoso es que quien no realiza una actividad profesional con la Bolsa se puede enganchar también”.
El mundo de las apuestas bursátiles al parecer da caché frente a los que optan por jugar a ganar o perder con el fútbol o el boxeo. “A través de paraísos fiscales como Chipre o Madeira, ciertas empresas de apuestas ‘on-line’ han pasado una parte de su negocio a brókeres ‘on-line’ de divisas y materias primas”, explica Luis.
“Es una salvajada –aclara José Antonio Fernández Hódar, autor del libro El manual del buen bolsista–. Hay muchos adictos con cantidades muy pequeñas, pero van desapareciendo porque los limpian, no porque lo dejaran. El problema de muchos que operan ‘on-line’ es que compran y al rato están vendiendo. Los grandes patrimonios nunca hacen eso. La inversión ‘on-line’ es la que más gente emplea, aunque no todos muevan cantidades importantes. Sus comisiones son más baratas que llamando a un bróker, por eso muchas veces se convierte en ludopatía”.
El adicto suele ser un varón de entre 30 y 45 años, con buena disponibilidad económica o relacionado con la gestión de empresas. Aunque Ángela Ibáñez está segura de que empezaremos a ver a chavales más jóvenes acostumbrados a manejarse para todo con internet. “Yo he tenido de paciente a un chico que se fundió 15.000 euros en dos meses”, asegura. Invertir de forma compulsiva genera sustancias cerebrales “como la dopamina, serotonina o adrenalina, que producen un efecto placentero reforzante”, explica José Antonio Molina, autor del libro SOS… tengo una adicción.
Julio Alberto, de 40 años, llegó a falsificar firmas de sus familiares para poder doblar su inversión en ofertas públicas de venta de empresas. “Mi adicción se inició cuando comencé a ganar dinero –cuenta Julio Alberto–, me creí que vivía en la Bolsa. Dejé la carrera de Empresariales y me dediqué a comprar y vender acciones. Luego compraba y vendía a crédito, haciendo borriquerías con grandes empresas, que subían o bajaban hasta un 8 por ciento en el día. Con la crisis financiera de Asia en el 97 la racha se torció. Llegué a perderlo todo en una operación. Me acosté con 276.000 euros y al día siguiente no tenía nada”.
Reportaje completo en la revista interviú. http://www.interviu.es/reportajes/articulos/adictos-a-la-bolsa-on-line
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No es lo tomeís a broma...... cada uno tiene que ser consciente del riesgo que incurre en las inversiones, tiempo que le dedica y máxima perdida dispuesta a asumir. Todos pensamos que eso no nos va a pasar a nosotros, que somos "mas listos" "inteligentes" y "Controlamos". Pero os lo digo por experiencia que yo tuve una época durmiendo 5 horas y acostándome mirando como abría Japon, o como iba el Euro/Dolar y el Oro y levantándome con la preapertura. Cuidadín........ no es que yo me arruinase (apalancado lo justito), pero si que cerebralmente me agoto.... y es uno de los motivos de mi ausencia durante unos años de la bolsa y del foro.
"Que la avaria, me vicia" ... y al final cuando ganas todos nos creemos mejores....y que para que ganar X si me apalanco y gano X+5X. Hay poca gente que pueda vivir de la bolsa, tomarlo como un hobby, "trabajo a tiempo parcial" .... pero nunca como una obligación de Ganar X. Disfrutarlo pero "La Vida está ahñi fuera".
Saludos