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Financiera de Caixabank
Animo a todo el mundo a denunciar todas las irregularidades observadas en cuentas bancarias, antes de que se vuelvan contra nosotros mismos, las víctimas, porqué ya sabemos que el objetivo de las entidades es hacer dinero a cualquier precio, pasando por encima de tantos cadáveres como les haga falta. Por esto comparto mi experiencia:
Yo tenía una cuenta en La Caixa, donde me empezaron a cargar misteriosamente 80 € mensuales sin ninguna explicación. Después de varias peticiones, me explicaron que eran cargos de su financiera, cuyo motivo desconocían. Averigüé el nombre de aquella otra empresa vinculada a ellos e intenté contactar, pero nunca obtuve respuesta a través de ningún canal, mientras los cargos seguían. Mi investigación me hizo sospechar de una targeta que IKEA me había emitido, vinculada a mi cuenta de La Caixa. La anulé y destruí, pero siguieron desapareciendo los 80 € mensuales de mi cuenta y no sirvieron de nada mi insistencia ante La Caixa, la financiera ni IKEA.
Recordé haber recibido meses antes un sms de Ikea, en forma de campaña publicitaria, preguntándome si deseaba recibir 600 € gratis. Naturalmente, respondí con un SÍ, pero no recibí nada, ni ninguna otra publicidad o información. Imputé su silencio a publicidad engañosa.
Hablando del tema con amigos y familiares, llegamos a la conclusión de que ambos hechos podían estar relacionados y que podía haber ocurrido que alguien hubiera considerado mi "SÍ" a un sms publicitario como la petición de un préstamo por mi parte, sin que mediara solicitud formal ni contrato firmado, que se hubiera vinculado virtualmente con mi targeta y que me estuvieran cobrando mensualmente las cuotas de devolución con sus intereses, sin que yo hubiera recibido ningún dinero ni tuviera ninguna constancia de tal crédito en la targeta anulada y destruïda.
Aquella financiera misteriosa con quien nunca tuve conversación alguna siguió sin contactarme. Después de 5-6 meses de ver como me desaparecían de la cuenta aquellos 80 € mensuales, dì orden a La Caixa de que anulara el cargo, porqué se trataba de un error y que pidiera la retrocesión de las cuotas pagadas. Caixabank se negó a devolverme el dinero estafado y tuve que anular las cuentas en aquella entidad.
Años más tarde ha aparecido una empresa compradora de deudas con un requerimiento judicial en el que me reclama unos 700 €, con la amenaza de embargar mis bienes o pensión.
Considero a todos los que han intervenido una banda de delincuentes, así como a los jueces y abogados que protegen a esas entidades y empresas fraudulentas. En un país sin justicia no hay esperanza para los ciudadanos honrados que vivimos de un trabajo humilde. Por esto pienso que debemos tomar la iniciativa de denunciar a los bancos y entidades financieras que abusan de nuestra buena fe o de vernos totalmente desarmados frente a su capacidad de estafarnos.
Yo tenía una cuenta en La Caixa, donde me empezaron a cargar misteriosamente 80 € mensuales sin ninguna explicación. Después de varias peticiones, me explicaron que eran cargos de su financiera, cuyo motivo desconocían. Averigüé el nombre de aquella otra empresa vinculada a ellos e intenté contactar, pero nunca obtuve respuesta a través de ningún canal, mientras los cargos seguían. Mi investigación me hizo sospechar de una targeta que IKEA me había emitido, vinculada a mi cuenta de La Caixa. La anulé y destruí, pero siguieron desapareciendo los 80 € mensuales de mi cuenta y no sirvieron de nada mi insistencia ante La Caixa, la financiera ni IKEA.
Recordé haber recibido meses antes un sms de Ikea, en forma de campaña publicitaria, preguntándome si deseaba recibir 600 € gratis. Naturalmente, respondí con un SÍ, pero no recibí nada, ni ninguna otra publicidad o información. Imputé su silencio a publicidad engañosa.
Hablando del tema con amigos y familiares, llegamos a la conclusión de que ambos hechos podían estar relacionados y que podía haber ocurrido que alguien hubiera considerado mi "SÍ" a un sms publicitario como la petición de un préstamo por mi parte, sin que mediara solicitud formal ni contrato firmado, que se hubiera vinculado virtualmente con mi targeta y que me estuvieran cobrando mensualmente las cuotas de devolución con sus intereses, sin que yo hubiera recibido ningún dinero ni tuviera ninguna constancia de tal crédito en la targeta anulada y destruïda.
Aquella financiera misteriosa con quien nunca tuve conversación alguna siguió sin contactarme. Después de 5-6 meses de ver como me desaparecían de la cuenta aquellos 80 € mensuales, dì orden a La Caixa de que anulara el cargo, porqué se trataba de un error y que pidiera la retrocesión de las cuotas pagadas. Caixabank se negó a devolverme el dinero estafado y tuve que anular las cuentas en aquella entidad.
Años más tarde ha aparecido una empresa compradora de deudas con un requerimiento judicial en el que me reclama unos 700 €, con la amenaza de embargar mis bienes o pensión.
Considero a todos los que han intervenido una banda de delincuentes, así como a los jueces y abogados que protegen a esas entidades y empresas fraudulentas. En un país sin justicia no hay esperanza para los ciudadanos honrados que vivimos de un trabajo humilde. Por esto pienso que debemos tomar la iniciativa de denunciar a los bancos y entidades financieras que abusan de nuestra buena fe o de vernos totalmente desarmados frente a su capacidad de estafarnos.