Otra consecuencia del neoliberalismo: conflicto en La Vanguardia

Neoliberalismo o rapiña y explotación laboral sin fin.

PRENSA / No saldrá este fin de semana
La Vanguardia sigue en huelga

Por Elena de Regoyos

Periodista Digital

Viernes, 2 de diciembre 2005

Ni un alma trabajará en talleres de la cabecera catalana el viernes y el sábado, tampoco lo hará el personal de administración ni una parte de la redacción, que el jueves enviaba una carta de apoyo a sus compañeros de talleres firmada por 202 redactores. Si la empresa no consigue otra rotativa, el diario no saldrá a la calle este fin de semana.

En un ambiente cada vez más crispado por ambas partes, la mañana de este viernes unas 400 personas, todas ellas trabajadores del diario, se dirigieron en manifestación, con pitos y gritos, hacia el palacio de la Generalitat catalana, con la intención de entregarle a Pasqual Maragall una carta de protesta por el futuro laboral al que les aboca La Vanguardia: salir de la empresa editora del diario para configurarse como empresa subsidiaria, lo que conlleva pérdidas en sus derechos laborales y mayor riesgo e inestabilidad.

Sin acuerdo a las 6 de la mañana

El jueves el comité de empresa de La Vanguardia se reunió con la empresa y la Delegación de Trabajo de la Generalitat, que está actuando como intermediaria en el conflicto, pero a las 6 de la madrugada no habían llegado aún a ningún acuerdo, según fuentes del comité.

Si la empresa no logra otra rotativa para este fin de semana, el diario no podrá salir a la calle, algo que no ocurría en La Vanguardia desde 1998, según fuentes sindicales. No obstante, el mayor impedimento para sacar el periódico sería éste, el relativo a la impresión, ya que el 100% del personal de talleres se mantendrá en huelga. Los trabajadores se temen que La Vanguardia esté intentando que este fin de semana se imprima en Zaragoza, ya que han descartado la posibilidad de hacerlo en Toledo, donde se imprime la versión que se distribuye en Madrid.

No obstante, y pese a que gran parte de la redacción apoya a sus compañeros, los contenidos del diario del fin de semana no se verán extremadamente comprometidos "porque los fines de semana se tira mucho de nevera, además para sacar un mínimo panfleto de noticias con la dirección y algún redactor se hace sin problemas", explican desde el sindicato.

Puestos en contacto con la empresa, por el momento no han hecho ninguna declaración sobre el conflicto, aunque se espera que estén haciendo lo posible por encontrar una rotativa que les imprima el periódico este fin de semana.

El conflicto

Como publicábamos este jueves, el conflicto arranca hace un año y medio. Entonces, la empresa informó a la plantilla de La Vanguardia de que trasladaría el equipo de imprensión de la calle Diagonal (Barcelona), donde trabaja la redacción, a Pueblo Nuevo. Hasta ahí ningún problema. El problema surge porque la empresa ha decidido ahora y "sin consultar a los trabajadores" externalizar en una empresa subsidiaria los talleres de impresión. Sus trabajadores pasarían, por tanto, de formar parte de La Vanguardia a formar parte de una empresa nueva.

Esta externalización provocaría que este 33% de la actual plantilla del diario, hoy bajo el régimen de prensa diaria, pasaría a estar bajo el régimen de artes gráficas perdiendo así las prestaciones con las que cuentan bajo el paraguas de La Vanguardia. De igual modo, una empresa subsidiaria está más expuesta a su disolución por razones económicas, que una cabecera como La Vanguardia.

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