Programa Bizigune
Hola a todos,
por casualidad he encontrado este artículo en el Periódico de Catalunya, y como me pareció interesante lo he querido compartir con vosotros, a ver qué opinais. ¿Creéis que el modelo que se plantea sería viable en el resto de España?
Un saludo.
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Euskadi inspira a BCN sobre cómo sacar al mercado los pisos vacíos
• El Gobierno vasco inventa una fórmula que hace aflorar en un año unas 1.000 viviendas de alquiler
• La experiencia desaconseja por inútil e imposible la propuesta de Barcelona de recargar el IBI
CARLES COLS
BARCELONA
El propósito del Ayuntamiento de Barcelona de subir el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a los pisos desocupados de la ciudad --una medida anunciada y muy debatida durante el 2003, con la que se pretendía forzar a los propietarios a sacar esas viviendas al mercado de alquiler-- está comenzando a pasar a mejor vida. El Patronato Municipal de la Vivienda (PMV) organizó ayer unas jornadas de curioso título: Experiencias de movilización del parque de viviendas vacías en las ciudades. La experiencia vasca, por su audacia y radicalidad, fue la protagonista del debate. El presidente del PMV, Eugeni Forradellas, que ya conocía de antemano los entresijos de la fórmula vasca, aceptó que ésta puede servir de modelo de inspiración cara al futuro.
El precio de la vivienda, en el caso de la compra primero y ahora también en el del alquiler, ha crecido a tal velocidad en España que la mayoría de las administraciones están aún en la edad de piedra a la hora de resolver las disfunciones sociales que ese problema ha creado. A lo sumo, ayuntamientos como el de Barcelona han aumentado los porcentajes de suelo destinados a vivienda de protección y han puesto en el mercado a bajo coste productos especiales, como pisos para la emancipación de los jóvenes o para ancianos que precisan asistencia.
ADVERTENCIAS DESDE EUSKADI
La gran contradicción es, no obstante, que la enorme demanda de vivienda de nueva planta se produce al mismo tiempo que una parte de los pisos existentes permanecen vacíos. Fue en ese sentido en el que Pablo Aretxalaba, director general de la empresa pública vasca que gestiona la política de vivienda (Visesa), realizó primero algunas advertencias. Subvencionar los alquileres --dijo, por ejemplo-- es un error porque los arrendatarios terminan por subir la mensualidad a la vista de que la administración ayuda al inquilino. Subvencionar al propietario genera fraude. Son dos de las muchas perversiones del sistema.
Recargar el IBI, como pretendía Barcelona --prosiguió Aretxalaba--, es imposible. ¿Cómo definir qué es un piso vacío? Ése es el problema.
La solución vasca, conocida como programa Bizigune y promovida desde el Departamento de Vivienda y Asuntos Sociales, en manos de Izquierda Unida-Ezker Batua, es tan sencilla como contundente. El Gobierno vasco, con el respaldo de las cajas de ahorro, ofrece a los propietarios la posibilidad de poner en el mercado sus pisos vacíos. Los dueños ceden en usufructo durante cinco años sus propiedades a cambio de un canon mensual y de la posibilidad de acceder con coste cero a la financiación de obras de mejora en los pisos por valor de 18.000 euros (tres millones de pesetas).
Los inquilinos, por su parte, deben acreditar que no tienen ingresos superiores a los 33.100 euros brutos al año (5,5 millones de pesetas) y, lógicamente, no deben tener otra vivienda. La renta que pagarán será un tercio de sus ingresos, un porcentaje por debajo de lo habitual en el mercado libre.
La gran singularidad del programa Bizigune, puesto en marcha en junio del 2003, es que, tras haber sacado a la luz unos 1.000 pisos vacíos, los inquilinos pagan de media 240 euros (40.000 pesetas) y los propietarios ingresan de media 519 euros (86.000 pesetas). ¿Quién paga la diferencia? La Administración vasca. ¿Es mucho? Menos de lo que le costaría a esa misma administración construir pisos: en el 2003 el Gob