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Me solidarizo con los....... CONTROLADORES

26 respuestas
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#9

Re: ...Y los usuarios?

Valentino: casualidad que justo al salir de Rankia me he encontrado este articulo de Alvarez Solis, como verás hay opiniones para todos los gustos:

El periodista Antonio Álvarez-Solís opina sobre el paro de los controladores y el golpe de Estado de Alarma.
El valor de las vacaciones
por Antonio Álvarez-Solís

Con una ciudadanía así no se va a ninguna parte salvo a disfrutar de unas vacaciones. Se siente una especie de vergüenza profunda cuando se leen muchos de los comentarios anónimos -el medroso anonimato español- que los lectores han hecho en la prensa ante la huelga de los controladores. Los controladores han sido objeto de descalificaciones irrepetibles. Y toda esa espesa e ignara masa de literatura moralmente pornográfica -porque proceder a tales groseras descalificaciones e incluso incitaciones a la represión armada sin identificar la voz en un marco tenido por democrático es algo demoledor- no constituye el serio juicio político que se espera sobre una determinada postura laboral, sino que simplemente exonera el dolor simple por unas vacaciones perdidas. Como decía un personaje de Eduardo Marquina, «En Flandes se ha puesto el sol»: «España y yo somos así, señora».
Dicen los controladores que el ministro de Fomento, ese sacristán de parroquia gallega, falseó el acuerdo conseguido anteriormente con ellos acerca de su compromiso laboral. Los controladores pactaron en huelga anterior un horario determinado para su trabajo y el Sr. Blanco amplió las horas acordadas con unas horas más mediante el subterfugio de que estas últimas horas no eran de trabajo aeronáutico. Yo no sé si los controladores tienen toda la razón, parte de la razón o no tienen razón alguna para el plante que ha irritado a los aspirantes a disfrutar del llamado Puente de la Constitución, pero lo que parece evidente es que un Gobierno que procede a la militarización de un colectivo laboral y permite que la Guardia Civil irrumpa pistola en mano en un ámbito de descanso de estos trabajadores, como sucedió en el aeropuerto de Son San Juan, según manifestó un dirigente sindical, no es un Gobierno imbuido de la serena seguridad que ha de tener un Estado. Por cierto, el ministro Rubalcaba niega ahora este episodio con una frase que los españoles han de leer irónicamente: «¿Alguien imagina que entra un guardia civil con una pistola?». Señor ministro... ¿Y a ese Gobierno apoyan ahora, con ferocidad ardorosa, muchos ciudadanos que quedaron sin sus cuatro días de «puente»? ¿Dónde estaba el furor de esos ciudadanos cuando el Sr. Zapatero -o su nueva personalización, que es el Sr. Rubalcaba- anunció que se suprimían los famosos 460 euros de ayuda a los parados de larga duración? 1.900.000 ciudadanos han quedado sin ingreso alguno en su marco familiar. Y apenas se ha escuchado algún ruido popular en socorro suyo, salvo unos lamentos de catequesis de barriada ¿Tiene una ciudadanía que administra de tal forma sus comportamientos posibilidad de un futuro mejor?

Pensémoslo seriamente. El Estado español está deshecho y las únicas voces que se alzan frente al cataclismo son las de unos viajeros frustrados por un puente irrealizable. No por nada trascendental. Unas voces que aplauden a las fuerzas armadas a las que se ha mantenido en la línea franquista para halago de las potencias imperialistas, sobre todo para que, con su torcido empleo en países agredidos, Washington pueda exhibir adhesiones vergonzosas a sus rentables actividades bélicas.
Pero, a todo esto, ¿dónde estuvo resguardado el presidente del Gobierno durante las tensas horas en que se decidía la militarización de la presunta democracia española? Solamente ha hablado en todos los terrenos y direcciones el Sr. Rubalcaba, el hombre que ha mariposeado sobre tantas violencias ideológicas y materiales. ¿Tenemos ya nuevo presidente? ¿Dónde ha estado el Sr. Zapatero? En la gran reunión latinoamericana ha intervenido el rey como si fuera un ministro más; en la huelga de controladores ha actuado el ministro del Interior -el ministro de las dos grandes y poderosas policías que constituyen sus argumentos- como si fuera el real presidente. Confusión de confusiones. Y a este Gobierno tan desvencijado aplauden ahora una serie de ciudadanos ante la triste incomodidad de cuatro días de vacaciones frustradas. Además ¿qué Gobierno tiene España que no se entera de nada hasta que las cosas suceden? ¿Y por qué usa la máxima energía para fingir una decidida protección ciudadana cuando nunca protege necesidades elementales? El Gobierno no usa de su poder, desmedido como ahora, en cien asuntos dramáticos, tanto exteriores como interiores. El estado de alarma también podría aplicarse en la cuestión económica y social, que está siendo invadida por la fuerza salvaje de los poderosos.

Muchos de los que desde el anonimato han pedido la cabeza de los controladores, incluso con su aplauso ante la posible actuación de los tribunales militares, hablan con un rencor muy significativo de los sueldos que cobran los controladores. Parece evidente que los controladores constituyen un estamento privilegiado. Pero ¿quién les dio esos privilegios? Mas lo que refleja la entraña del lamento callejero sobre la solidez salarial de los controladores no es que sea una queja acerca de una situación injusta sino una protesta limitada al fracaso de cuatro días de vacaciones. Ahí ha ido a parar la destrucción del pensamiento colectivo que hoy termina en una batalla por fruiciones personales tan menguadas como unos días de expansión. Escuché al director de una cadena radiofónica significativamente católica, durante una comida de confraternización, relatar a un grupo de becarias la cantidad de cabezas sobre las que hubo de escalar a fin de lograr su jerarquía. Y las invitaba a esta batalla en nombre de la sana competitividad. Su argumentación, tantas veces sostenida, empujaba a construir una miserable escalera con los caídos en la guerra por la supervivencia. Formados en esa ideología no sorprende que los imbuídos por tal espíritu lleguen a solicitar la Guardia Civil con toda su histórica rudeza para reprimir una huelga, quizá gestionada inadecuadamente, pero resuelta con los eternos métodos policiales españoles, dirigidos fundamentalmente a la protección de las cumbres. La justicia distributiva, la de dar a cada uno lo suyo, ya no funciona en el pueblo español, solamente conmovido por el fracaso de cuatro días de vacaciones. «España y yo somos así, señora».

En toda esta sonora zaragata hay algo que sobresale con un perfil miserable: el lenguaje empleado desde el Gobierno para enjuiciar el proceder de los controladores, sobre el que los gobernantes y sus aspirantes a sucesión habían de tener información previa suficiente. El ministro del Interior se ha distinguido por hablar de chantaje y el secretario de Estado Sr. Zarrías de secuestro de la ciudadanía. Creo que ambas expresiones sumergen la actuación ministerial en el desdoro. Unos responsables ministeriales han de manejar términos más razonables y pacificadores. En primer término porque no se gobierna enfrentando violentamente a unos ciudadanos con otros mediante el uso de términos propios de relajo dominguero. En segundo lugar porque hay que saber si el carácter súbito e irritado de la huelga no responde a unas actuaciones institucionales donde se han falsificado varias cosas. Yo supongo siempre que los huelguistas no se ponen en riesgo de una huelga dura sin tener su espíritu encendido por algún agravio profundo que cobra grados cuando la represión llega al desafío de la fuerza armada.
En medio mundo tenido por avanzado, el poder empieza a ser un horno de fundición de garantías y derechos que crea situaciones evidentemente remediables con una prudente gobernación. Pero la Roma de las águilas y el derecho ya no funcionan; son otros pájaros y otros estandartes los que encabezan estos tristes y disparatados procederes. El gran hombre occidental es un recuerdo.

#10

Re: ...Y los usuarios?

Valentino: y ahora resulta que me he topado con otro artículo que clarifica el tema,esta vez del otrora famoso Coronel Martinez Iglesias, claro esta con un talante diferente a ZPARO:

Fecha: 8 de diciembre de 2010 12(Un artículo del coronel Amadeo Martínez Inglés).- "Así que déjense de juegos de guerra, usted y su Gobierno, señor Rubalcaba y devuélvale la libertad (psicológica, mental) a su jefe ZP, que parece ser está por sus huesos y le deja hacer cosas como ésta en la que está metido en estos momentos."

La trampa saducea del valido Rubalcaba

… Y los controladores entraron al trapo

Coronel Martínez Inglés

Amigo lector: ¿Quiere que le cuente, en lenguaje sencillo y fácilmente comprensible, todo lo acontecido (y el por qué) este pasado fin de semana en este país en relación con el inesperado abandono de sus puestos de trabajo por parte de los controladores, el consiguiente cierre de la totalidad del espacio aéreo nacional, el monumental lío aeroportuario subsiguiente (con centenares de miles de pasajeros perjudicados) y la sorprendente, autoritaria e inédita reacción del Gobierno decretando el estado de alarma? Sí, pues vamos con ello:

El Ejecutivo español, reunido el viernes día 3 de diciembre en Consejo de ministros presidido por el presidente Zapatero (que a última hora renuncia a asistir a la Cumbre iberoamericana ante la crisis programada que se avecina en el campo del transporte aéreo y no porque España en cuestión de horas, según filtran interesadamente desde La Moncloa, deba hacer frente a una debacle económica inminente) da luz verde a un decreto, dado a conocer a las 14.30 horas de ese mismo día a los medios de comunicación, a sabiendas de que va a resultar un verdadero “casus belli” para los controladores aéreos españoles ya que les supone un aumento sustancial de sus horas de trabajo y una paralela disminución de sus sueldos. El citado decreto ha sido elaborado total y expresamente con “animus provocandi” pues los servicios secretos y la propia AENA llevan ya semanas informando al Gobierno de movimientos extraños en el colectivo de controladores, con la punta del iceberg en Galicia, que podrían salir a la superficie en toda su gravedad a lo largo de las próximas fiestas de Navidad, Año Nuevo y Reyes.

Esta buscada provocación ha obedecido, sin duda alguna, a una decisión tomada por Rubalcaba (como factótum y punta de lanza del núcleo duro del Gobierno) para, vista la posibilidad real de que el USCA (Unión Sindical de Controladores Aéreos) aproveche las emblemáticas jornadas antes citadas para plantear un nuevo y peligrosísimo órdago al Ejecutivo, adelantarse a él lanzándole un fulminante ataque preventivo que lo desmantele por completo, que lo derrote en toda la línea, pero eligiendo ellos (el Gobierno y no los controladores) el momento y el lugar de la confrontación; consiguiendo, además de la humillación y claudicación ya de por vida de tan peligroso enemigo, que la sociedad española en general, ante las incomodidades y vejaciones sufridas estos últimos años por los usuarios del transporte aéreo, se ponga sin fisuras del lado del Gobierno y aplauda su actuación, por autoritaria y desmesurada que haya podido ser en este caso concreto.

Pues sí, amigos, la brillante operación preventiva contra los controladores aéreos españoles (que nadie puede negar a estas alturas que efectivamente conforman un colectivo elitista, privilegiado y con unos sueldos escandalosos, de todo lo cual, no obstante, cabría pedir explicaciones a los Gobiernos que lo han consentido y propiciado a lo largo de los últimos años) planificada y ejecutada, salvando todas las distancias, al estilo Bush (esto es, creando artificialmente un falso escenario de peligro que, en realidad, no existía), ha resultado finalmente, conforme estaba previsto, totalmente exitosa, feliz, redonda… para el Gobierno dirigido para la ocasión por el caudillo/valido Rubalcaba. Por lo menos hasta el momento. Los controladores de tránsito aéreo, pillados por sorpresa, con las defensas bajas porque la realidad pura y dura es que ellos no tenían prevista ninguna huelga (ni legal ni ilegal) para este “puente” de marras, entraron al trapo que les puso el Ejecutivo Zapatero ante sus ojos y percibiéndolo como un nuevo y grave ataque del Gobierno después de casi un año de tira y afloja con el inefable ministro de Fomento, señor Blanco, cansados de una lucha en la que ellos, a pesar de sus indudables bazas profesionales, tienen siempre todas las de perder porque están condenados a interpretar el papel de “malos” de la película, reaccionaron, como todos sabemos, de una forma visceral, inconveniente, nada meditada, perjudicial para sus intereses personales y de grupo, abandonando en comandita (repito, como había previsto el Gobierno) sus puestos de trabajo.

Sí, sí he escrito abandono previsto, y no quito ni una letra de la puñetera palabrita, pues efectivamente el poderoso Rubalcaba, además de dejar en tierra a ZP y condenar a un ridículo mayúsculo en tierras argentinas al rey Juan Carlos, se había cuidado muy mucho de poner en “alerta operativa” a todas las instituciones del Estado de las que tendría que echar mano: ministerio de Defensa, del Interior, Fiscalía General del Estado, Abogacía General del Estado… etc, etc. Y en cuanto tuvo noticia de que los enrabietados controladores empezaban a huir, como almas que llevan el diablo, de sus sagradas torres de babel, dio orden a AENA de cerrar a cal y canto la totalidad del espacio aéreo español; provocando con esta inusual y grave medida el mayor caos aeroportuario de la reciente historia de España y dejando en la indigencia más absoluta a cientos de miles de pasajeros españoles y foráneos.

Conseguido, pues, en esta primera fase que pudiéramos llamar de provocación manifiesta, el futuro escenario del desastre, el campo de batalla idóneo para la ejecución definitiva de su maquiavélico plan, el ubicuo Rubalcaba pasaría de inmediato a la segunda fase del mismo. Con varios frentes a activar: a) amenazas directas a los controladores; b) demonización mediática de los mismos a cargo del poderoso aparato de Información del Estado; c) militarización de las torres de control (¡qué curioso! los decretos, las órdenes para poner en marcha tan compleja operación aparecerían de inmediato, perfectamente estudiados y redactados de antemano sabe Dios por qué angelical mano previsora, cuando el gran jefe Rubalcaba diera su particular instrucción al respecto; hasta los oficiales del Ejército que iban a hacerse cargo de las torres de control, con lo que le cuesta mover el culo al monstruo castrense español, se presentarían en pocos minutos perfectamente uniformados y con las órdenes de lo que tenían que hacer firmadas por su mando correspondiente); d) creación de gabinetes de crisis en los ministerios afectados y a nivel de Gobierno; e) y, por último, amigos, el arma secreta, el arma atómica, el arma letal, la poderosísima arma de destrucción masiva tras cuya demoledora explosión todos estos pobres/ricos profesionales del aire que un día se permitieron desafiar al Gobierno, deberían aparecer muertos (acojonados, más bien) en su lugar de trabajo; aunque, eso sí, vestidos con el honroso uniforme del invicto Ejército español: ya sabe el lector, me estoy refiriendo al ya famosísimo estado de alarma, patente de corso constitucional que hasta la fecha ningún Gobierno democrático en la reciente historia de España se había atrevido a usar, y menos contra un grupo de ciudadanos en concreto.

¡Magistral! ¡Chapeau! ¡Divino! Señor Rubalcaba: se ha cargado usted de un solo golpe de mano institucional a un enemigo muy poderoso, a un lobby que presionaba al Gobierno periódicamente y al que acabó algunas veces poniéndolo contra las cuerdas, a un colectivo profesional al que usted, además de su compañero Blanco, se la tenían guardada. Y además lo ha hecho ¡toma ya! utilizando el Ejército, casi nada. Ni Franco lo hubiera hecho mejor. Ahora, en estos momentos, terminada la batalla, ya sólo le queda, como hizo en su día el dictador ferrolano que acabo de nombrar, publicar su particular “parte de la victoria”. Si le parece, le ayudo un poquito porque soy consciente de que usted, por lo menos hasta ahora, sabía muy poco de soldados y de guerras. Bueno, pues la cosa podría ir así, poco más o menos:

“Cautivo (en las torres de control) y desarmado (y vigilado por los militares) el ejército USCA, han conseguido las tropas nacionales (el Estado español, o sea YO) detener, humillar y poner a trabajar como esclavos a todos sus efectivos con arreglo a los cánones marcados por el Código de Justicia Militar. La guerra (o sea la de Blanco y la mía) ha terminado (por ahora)”. La Moncloa (Madrid) a 5 de diciembre de 2010.

III Año Desastroso de la II Legislatura de ZP. Firmado: El gran Valido “R”.

Sí, sí, señor Rubalcaba, todos los españoles estamos de acuerdo en estos momentos: usted, con su golpe de mano magistral, ha ganado esta batalla. Pero no se confíe demasiado, que la gloria en este mundo, y más la proveniente del campo de batalla, es sumamente efímera. No transiten más, ni usted ni el Gobierno al que pertenece, por el peligroso camino castrense emprendido en esta ocasión para conseguir unos fines que podían haber logrado, con la negociación por supuesto, hace meses. Y sin molestar y poner en un brete a millones de ciudadanos. Déjense de estados de alarma y manden cuanto antes a los militares a sus cuarteles, que los carga el diablo. Y como usted, vuelvo a decirle, no tiene por qué saber de estas cosas de cuarteles, armas, guerras y soldados, me permito llamar su poderosa atención sobre algo muy importante, sobre la escasísima distancia que puede llegar a existir entre dos hechos, preocupante uno y desastroso el otro, relacionados ambos con el Ejército: el hecho de que unos pocos militares asusten con sus pistolas (aunque no salgan de sus fundas) a pacíficos ciudadanos que se niegan a acudir a su trabajo; y el mucho más grave, desde luego, de que un gran montón de militares, armados esta vez no con pistolas sino con carros de combate de cincuenta toneladas, traten de asustarle a usted, a su Gobierno, y a millones de ciudadanos que aman la paz, la libertad y la democracia.

Así que déjense de juegos de guerra, usted y su Gobierno, señor Rubalcaba y devuélvale la libertad (psicológica, mental) a su jefe ZP, que parece ser está por sus huesos y le deja hacer cosas como ésta en la que está metido en estos momentos. Usted, señor vicepresidente del Gobierno (y ministro del Interior, y portavoz del Gobierno, y cerebro maléfico de un Ejecutivo acosado, herido, desacreditado, ofuscado, arruinado, hundido electoralmente…) se cree muy listo, y no lo es, aunque a veces se pase de serlo. Y se cree muy poderoso, y sí lo es, lo que debe preocuparnos sobremanera a millones de ciudadanos españoles. Recomponga cuanto antes la situación como debe hacerse en un Estado democrático y de derecho, esto es negociando los conflictos laborales, por enmarañados que estén, en los canales que correspondan, y déjenos a los españoles en paz, que el horno no está para bollos y bastante hacemos con sobrevivir a la crisis y a la ineptitud de los políticos que nos gobiernan, usted entre ellos.

Fdo: Amadeo Martínez Inglés

Coronel. Escritor. Historiador.

#11

Re: ...Y los usuarios?

Un saludo Berrene, te entiendo perfectamente.

#12

Re: ...Y los usuarios?

Valentino: gracias por tu comprensión, un saludo

#13

Re: Me solidarizo con los....... CONTROLADORES

#14

Re: Me solidarizo con los....... CONTROLADORES

y digo yo: si todos estamos en contra la actitid de los contolodares, y aplaudimos la actitud del gobierno; ¿porque no pedimos la misma contundencia contra los estafadores de Forun y Afinsa ?¿esque es peor dejar a miles de personas tiradas en los aereopuertos un fin de semana? ¿que dejar a miles de personas sin los ahorros de toda su vida que han conseguido con mucho sacrificio? No No es peor pero defender a los ahorradores no es popular y no da reditos politicos ,es mejor hacerlos culpables de su propia desgracia y enfrentarlos a opinion publica tan manipulable en este pais DE VERDAD ¿NO ESTAIS CANSADOS DE TANTA MANIPULACIO? PUES O DESPERTAMOS, O ( ESTO ES LO QUE HAY ) Y MUCHA DE LA CULPA SERA NUESTRA

#15

Re: Me solidarizo con los....... CONTROLADORES

Maceda: lo mismo que este Gobierno ha manipulado a la opinion publica contra los Afectados de Afinsa y Forum tambien está empleando la manipulacion de forma maquiavelica contra los Controladores, los cuales realmente se han equivocado, pero tambien hay que escucharles para conocer que el Gobierno utilizando como argumento el elevado sueldo que cobran les estan machacando en sus derechos laborales, y aqui viene el conflicto.

No se si te has leido los articulos de Alvarez Solis y Martinez Ingles, se limitan a dar la opinion de los que estan al otro lado, y tambien hay que escucharla, para conocer todas las opiniones posibles.

#16

Re: Me solidarizo con los....... CONTROLADORES

Creo que nadie está de acuerdo con la actuación del gobierno y los controladores tienen todo el derecho a protestar y luchar por sus derechos, pero no actuando como han hecho: eso es fastidiar a la gente y generar muchas perdidas para nada.

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