¿El asalto con escopetas a AFinsa estaba planeado?
El ‘caso Marbella’ y la operación contra Afinsa-Forum, precedentes de la estrategia del Ejecutivo@Redacción
Miércoles, 21 de junio de 2006
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El 24 de marzo de este año, la banda terrorista ETA iniciaba un ‘alto el fuego permanente’ que iba a modificar, claramente, la agenda política en los meses siguientes. De entrada, obligó a que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder del principal partido de la oposición, Mariano Rajoy, buscaran espacios de consenso donde hasta ese momento solo había profundos desacuerdos producto de la tramitación del Estatuto catalán.
De hecho, el martes 28 ambos líderes se iban a encontrar en el Palacio de La Moncloa para hablar del nuevo escenario de la lucha contra el terrorismo. Y solo dos días después, el 30, el Congreso debía aprobar el Estatuto Catalán. Una semana muy delicada para el Ejecutivo que necesitaba desviar la atención a toda costa. El miércoles 29, por la mañana, los marbellíes y todos los españoles se desayunaron con la llamada Operación Malaya, que dio con los huesos en la cárcel de casi todo el Ayuntamiento de Marbella, con su alcaldesa, Marisol Yagüe, al frente.
El ‘caso Marbella’ fue portada durante varios días y, sobre todo, ocupó los espacios del ‘corazón’ en televisiones y radios debido a todas las derivadas que se desplegaban del mismo: ricos y famosos en la cárcel, abogados de prestigio y rumores de romances con políticos implicados en el caso, habituales de la prensa rosa tras los barrotes. Dinero, sexo y política mezclados en el mortero de la corrupción. ¿Qué más se podía pedir para alimentar las necesidades de morbo del gran público, en una semana clave para las aspiraciones del Ejecutivo? Del Estatut, poco se habló esos días.
El lunes 8 de mayo, un tribunal de Madrid condenaba a penas de cárcel e inhabilitación a tres policías. La razón no era otra que haber detenido ilegalmente a dos militantes del PP en Las Rozas a los que, en aquel momento, se acusó de haber agredido al ex ministro de Defensa, José Bono, durante una manifestación de la AVT en la capital de España. Nacía esa misma tarde el ‘caso Bono’, en el que, entre otras cosas, se demostraba que al ex ministro nadie le tocó un pelo, y el PP iniciaba una campaña de acoso al Gobierno y, en especial, al nuevo ministro de Defensa, José Antonio Alonso.
Alonso era titular de Interior cuando se sucedieron los hechos y, por lo tanto, responsable de las detenciones. El Gobierno se vio venir lo peor y, al día siguiente, a primera hora de la tarde, irrumpió de inmediato lo que se dio en llamar la Operación Atrio contra las empresas de inversión filatelia Afinsa y Forum Filatélico, a cuyas sedes envió a los GEOs en un alarde de espectacularidad e impacto mediático. Cerca de medio millón de afectados y algunos de los implicados en la calle, son las consecuencias de una acción que cada día plantea más dudas.
En los tres casos -Marbella, sellos y aparato de extorsión de ETA-, se dan cita denominadores comunes: las investigaciones venían de tiempo atrás, había alertas sucesivas y, sobre todo, el Gobierno atravesaba algún momento políticamente delicado.