Existe una relación histórica bastante clara entre las tasas de los bonos del gobierno de Estados Unidos y los niveles en el mercado acciones. Esta relación muestra claras divergencias actualmente, lo cual indica que es muy probable que alguno de los dos mercados esté tomando una muy mala decisión.
En general se supone que cuando la economía crece bien, hay inflación, y buena predisposición para asumir riesgos suben los mercados de acciones y también sube la tasa de los bonos. En caso contrario, períodos de bajo crecimiento, baja inflación y baja propensión al riesgo implican caídas tanto en las tasas de los bonos como en los precios de las acciones. Incluso, muchos consideran que el mercado de bonos suele anticipar lo que va a suceder en el mercado de acciones.
Podemos ver en el siguiente gráfico la relación entre ambas variables durante la crisis del 2008 y la recuperación posterior en el 2009. Graficamos en rojo el índice S&P 500 y en azul la tasa del bono norteamericano a 10 años de vencimiento. Como se observa, la tasa de los bonos comenzó a descender mucho antes que el mercado accionario, entre Julio y Agosto del 2007 (primer círculo verde). La caída en las tasas de interés fue posteriormente replicada por el S&P 500.
Lo mismo sucede con la recuperación post-crisis, la tasa de los bonos comienza a subir antes de finales del 2008, mientras que el mercado de acciones comienza su camino alcista recién en el primer trimestre de 2009 (segundo círculo verde). Una vez más, los bonos adelantaron al mercado accionario.
El tercero de los cículos en la imagen podemos verlo con mayor claridad en el siguiente gráfico que muestra la evolución de estas dos variables en los últimos tres meses, como se observa, desde mediados de Julio se produjo una sensible suba en el S&P 500 que no condice para nada con la caída en las tasas de interés.
Por supuesto, pueden encontrarse algunas teorías para explicar esta diferencia sin necesidad de que la misma se corrija: por ejemplo que el S&P 500 es un índice global y no solo Estadounidense, o que la tasa de los bonos está mostrando que Estados Unidos va a tener baja inflación, no bajo crecimiento.
Por supuesto que todo es posible, sin embargo, me parece poco probable pensar que las economías del resto del mundo puedan mantenerse inmunes ante los problemas económicos de Estados Unidos. En cuanto al argumento de la inflación: si no hay inflación será que no hay mucho crecimiento, y si llega a haber una deflación sostenida es casi imposible evitar una recesión.
Así las cosas, me parece que alguien está haciendo una mala inversión, ya sea los que compraron bonos a tasas excesivamente bajas o los que están comprando acciones a estos niveles.