Como decía hace un par de semanas una buena manera de conocer un concepto es contrastarlo con su opuesto. Si antes vimos la contraposición entre búsqueda del precio contra calidad de la gestión hoy vamos a centrarnos en otro clásico: cuando operamos una cartera de acciones ¿debemos centrarnos en los aspectos técnicos o en los fundamentales?
Algunos operadores se centran en aspectos técnicos como las medias móviles, indicadores y osciladores como el MACD o el RSI. Son operadores técnicos.
Otros sin embargo se centran en analizar a fondo la empresa en la que van a participar mediante la compra de sus acciones. Sus ratios de solvencia, la calidad de su equipo directivo o su posición en su sector serán factores claves. Estos operadores se basan en los fundamentos.
Entonces, ¿en qué nos debemos basar para rentabilizar nuestras acciones?
Cada uno tiene su manera de ver el mercado y en ocasiones es difícil que unos asuman el punto de vista de los otros.
Los que defienden el análisis técnico tienen claro una serie de puntos de vista:
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El análisis fundamental indica lo que debería pasar, el análisis técnico muestra lo que está pasando realmente.
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La exactitud que proporciona un cruce de EMA’s o el nivel del RSI no puede ser conseguido estudiado las cualidades o defectos de una empresa.
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El análisis fundamental implica mucho tiempo de estudio. Si deseo tener en mi lista de seguimiento 30 o 40 empresas no voy a poder estudiarlas todas debidamente.
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Con el análisis técnico siempre disponen de la información pertinente: eliges tus indicadores y los estudias. Con el fundamental siempre te dejas algo por el camino.
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Si te basas en indicadores técnicos la curva de aprendizaje desde que te planteas entrar en bolsa hasta que estás listo para hacerlo es mucho más corta y suave que si debes aprender a hacer un buen análisis fundamental.
Nadie de los que defienden el análisis fundamental se dejaría intimidar por los puntos anteriores, tienen respuesta para todos ellos:
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Aunque es cierto que los movimientos especulativos pueden hacer variar el precio de una acción dándole un valor extrínseco mayor o menor, la acción siempre volverá a lo representado por su valor intrínseco. Tanto vale la empresa, tanto vale la acción. Es una mera cuestión de tiempo que ambos valores se junten.
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La supuesta exactitud del análisis técnico es ficticia, el mercado no funciona de esa manera. La bolsa representa al conjunto de las personas que operan en ella. No es algo que se pueda poner con dos decimales. Además el análisis fundamental si nos puede dar cifras precisas, como los precios de entrada en el mercado o la valoración contable en relación a su valor en bolsa.
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Es cierto que realizar un análisis fundamental de una empresa implica trabajo, pero es que la bolsa no es algo sencillo. Es una realidad compleja por lo que para tomar decisiones rentables hay que dedicar tiempo y concentración. Eso sin contar con la ayuda de las muchas herramientas y fuentes de información que se pueden encontrar en la red.
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El analista técnico cree que dispone de toda la información precisa simplemente porque su sistema de estudio no aborda la complejidad del mercado. De igual manera un analista fundamental puede partir de un conjunto de datos mayor o menor según su criterio y el nivel de detalle que considere preciso.
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Puede que un analista técnico pueda comenzar antes a meter dinero en bolsa. Sobre todo si su sistema de operación no lo ha desarrollado él mismo. Pero la clave no está en el tiempo que se tarda en empezar a operar sino en si dispone del nivel de preparación adecuado. Cualquiera puede comprar un paquete de acciones, el problema viene de su rentabilización.
Dos puntos de vista diferentes, cada uno podrá sacar sus conclusiones.
Yo, personalmente, lo tengo claro. Elijo a los dos a la vez. Realmente no hay nada que impida su uso simultáneo si se tiene claro cual es el uso de cada uno.
Saber el valor intrínseco de una determinada empresa me ayudará a saber cuales son interesantes, lo que no quita para afinar la entrada mediante el análisis técnico.
Si deseo tener un valor varios años el análisis fundamental es clave. Pero si deseo aprovechar la volatilidad de una declaración de beneficios o el cierre de un gap casi no lo tomaré en cuenta, pero nunca lo dejaré de lado del todo. Siempre una empresa con buenos fundamentales y muchos volumen de contratación proporciona un movimiento más previsible.
Cada herramienta tiene su uso.
Hasta la próxima.