Probablemente esta sea la respuesta más codiciada de nuestros tiempos. Un escenario en el que la mayoría de patrimonios han perdido y están perdiendo gran parte de su Valor respecto a lo que tenían hace tan sólo 5 o 10 años. Ni sus inmuebles, ni su dinero, no sus empresas valen tanto ahora como antes, salvo honrosísimas excepciones.
Y ante tal colapso, los inversores buscan desesperadamente un salvavidas al que agarrarse para proteger sus bienes de más pérdidas de Valor. Lo fácil, lo seguro, como por ejemplo un depósito bancario o un bono español, es hoy terriblemente peligroso y arriesgado. La renta variable es hoy muy volátil, y el remanso de paz en el que aparcaban antaño sus activos ante escenarios convulsos, hoy ha desaparecido. En definitiva, un auténtico campo de minas en el que a la mayoría les resultará imposible sobrevivir sin dejar por el camino buena parte de sus fortunas.
Para empezar recordaremos que las dos principales divisas mundiales tienden a perder Valor. tanto la FED como el BCE ya han comenzado a fabricar billones (es decir a devaluar la moneda) para reducir o encoger lo suficiente el endeudamiento impagable que arrastran sus respectivos países y sociedades. El desapalancamiento, en sí mismo, no es suficiente sin una devaluación importante respecto al resto de activos mundiales. Ahí está la clave.
Per no nos engañemos. Es muy peligroso tratar de evitar estas devaluaciones por el camino del medio. Saltando de flor en flor (de divisa en divisa), pretendiendo esquivar los letales embistes de los cambios de divisas. No debemos entrar en ese juego. Porque sencillamente las mejores opciones de inversión del mundo están denominadas en USD y en EUR. Invertir en activos que lo hagan en otras divisas como CHF, CAD, NOK, AUD, JPY o GBP, salvo excepciones, supone hacerlo en inversiones con una menor calidad y un coste de oportunidad muy importante.
Os dejo a continuación con un resumen genérico de activos protegidos ante la devaluación de las dos divisas principales. Podéis releer todos los detalles en nuestro artículo "Navegar en un mar de dudas y deuda":
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Activos relacionados con empresas petrolíferas: Fondos que diversifiquen adecuadamente la compra de acciones de empresas petrolíferas, gasísticas, etc. cuyo negocio no tenga una afectación excesiva por un hipotético desplome del consumo europeo y/o que actualmente se compren a precios extraordinariamente bajos.
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Activos relacionados con empresas emergentes y globales: Fondos que encuentren Valor en empresas cuyos negocios se basen en el consumo interno de países emergentes y/o no estén muy expuestos a la caída de la demanda de los países desarrollados. Tanto en lo que se refiere a acciones como a bonos de renta fija corporativa (sólo emergente). Por el hecho de estar invirtiendo en países emergentes, diversificados y remotos, no debemos renunciar a que los gestores conozcan al dedillo, visiten constantemente y de forma personal los negocios en los que invertiremos, como haría cualquier socio que se precie de serlo.
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Activos de empresas no cotizadas, a través de fondos de private equity regulados, transparentes, con trackrecords espectaculares, equipos de gestión contrastados, y que inviertan en entornos emergentes, crecientes y diversificados.
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Activos relacionados con deuda soberana emergente: Fondos con gestores que conozcan perfectamente los fundamentales de los países emergentes en los que invierten, y con una baja afectación en su solvencia en caso de un hipotético colapso de la renta fija de países desarrollados. Son hoy en día el último reducto de solvencia en el universo de inversión pública o soberana.
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Activos relacionados con el resto de materias primas, tanto las soft commodities como los metales preciosos: Fondos que sepan encontrar Valor en las acciones de las empresas extractoras y también en grandes especialistas mundiales en los mercados de oro y plata. Y más aún si pensamos en la posibilidad de que el ERF pueda vincularse a garantías de reservas de oro de los países afectados.
Pero la clave, como siempre, radica en hacerlo de la mano del los mejores gestores de cada uno de esos activos, ya que de otra forma, su mediocridad se llevará por delante cualquier estrategia macro y de selección de activos, por acertada que ésta sea.