Después de un día de arranque en solitario en Europa, en USA el lunes se celebraba el "Memorial Day", encontramos a un mercado Español reaccionando a las noticias de los resultados electorales.
El Ibex35 cerraba dejándose un 2%, un rendimiento negativo que no es despreciable pese a que no ha habido una reacción totalmente desorbitada después del vuelco electoral visto.
Y en cierta forma puede haber lecturas políticas que digan que todo sigue igual (mayorías de las dos grandes fuerzas) pese a que los que progresan hacen mucho ruido, y obviamente eso hace que los mercados no se vean arrastrados a dejarse grandes números en negativo.
No podemos negar que la política y la economía a veces van de la mano. Una situación de estabilidad en un país, con reformas que no se salen del tiesto, hacen atractivo el crecimiento de compañías que o bien se instalan o bien ya están instaladas en el territorio.
Sin embargo todas estas elecciones llegan para el Ibex en un momento clave. Y es clave porque después de batirse con el nivel de 11.200 puntos y conseguir superar esa resistencia le faltan ganas de seguir progresando para testear los 12.000 y los 13.000, y obviamente las elecciones no ayudan a ello.
Si como además todo apunta a un cambio de tendencia en la política económica española con los sondeos encima de la mesa que hay hoy es normal que el Ibex no se decida a seguir subiendo.
Y dentro del Ibex, como siempre, tenemos muchas películas diferentes. Desde actores como Inditex o Viscofan que siguen luchando por batirse a sí mismos (ya que los tenemos en máximos históricos) a actores como Santander o BBVA que pese a que han reducido su riesgo país en este tiempo siguen teniendo un gran pie en territorio Español.
El resultado de las elecciones de diciembre puede ser muy importante para el desarrollo de las nuevas metas del Ibex35 en los siguientes cuatro años. Pero si bien el resultado ha sido directo (al mercado no le gusta del todo el pluripartidismo) la opinión está por llegar en estos meses (veremos cómo aguanta la barrera de los 11.200 puntos).
Si a todo esto le añadimos la tormenta griega me viene a la mente los difíciles años que vivimos no hace tanto con un aumento de la prima de riesgo a niveles insostenibles (de momento controlada gracias al BCE).
Por todas estas cosas a veces dan ganas de seguir cruzando el charco en una USA que si bien no está para tirar cohetes, sí es más apta para invertir a medio plazo. ¿Y por qué no nos dejamos de Europa y nos vamos a américa directamente? Pues porque en medio de esta tormenta yo veo un gran pero, la divisa.
En los próximos meses es muy probable que el Euro siga bajo y más si cabe si finalmente se confirma una subida de tipos para 2015 en USA que haría fortalecerse al USD y por tanto bajar todavía más su relación con el EUR. Eso se traduce a precios más caros para las acciones americanas en una tendencia bajista del EURUSD que lastraría los rendimientos de nuestras acciones de cartera (tendríamos en contra ahora el efecto divisa, lo contrario de lo vivido hasta mayo de 2014).
Como vemos la película no es fácil, nada fácil, veremos los movimientos de las próximas semanas en las bolsas porque hay muchas cosas que se están gestando y el resultado es imprevisible.