En estos últimos días ha habido algunos retrocesos interesantes pero que para mi estilo de trading me han hecho estar inquieto psicológicamente.
Como ya hemos dicho muchas veces, la psicología en el trading lo es todo y en cierta forma hoy es un buen día, justo antes del fin de semana, para reflexionar sobre el concepto de los impulsos y retrocesos y cómo esto nos puede afectar a nuestra psicología.
Es obvio que todos cuando entramos en una posición esperamos que se dispare como un rallo, que no pare de subir y que haga lo que nosotros esperamos. Cuando el precio comienza a dudar, nuestra mente duda y eso nos genera una cierta frustración ya que tú deseas que pase una cosa y el mercado hace lo que le parece.
Por mi manera de operar, entrando en valores fuertes, los momentos de mayor ganancia se producen cuando el precio hace un retroceso y se vuelve a impulsar, dibujando así mínimos relativos que son los que me obligan a mover el stoploss, reduciendo el riesgo de mis operaciones y llegando a sobrepasar mis puntos de entrada.
Dada mi operativa diaria, para que vaya pasando esto se necesita un cierto tiempo y bastante paciencia. Mi backtest me dice que el sistema es bueno y se acopla a mi manera de pensar pero la realidad te dice que cuando el precio hace un retroceso, te pones nervioso.
Y en tu mente además intervienen pensamientos de todo tipo. Desde pensar que el sistema ya no funciona, desde valorar que lo mejor es salir ahora antes de esperar a que salte el stop o bien pensar que lo mejor es añadir nuevas reglas de salida que te hicieran salir en el último pico del precio y no ahora en el retroceso.
Después el mercado recupera su ritmo, el precio se impulsa de nuevo, mueves el stop y sales de esa angustia que se produce cada 15 días de media en cada acción.
Y eso me hace pensar que los retrocesos son los que nos enseñan más. En los retrocesos podemos evaluar hasta dónde el precio nos va a intentar meter miedo y dónde podemos encontrar estructuras de soporte fuertes para, si operamos en largos, saber defendernos con argumentos.
Y también vamos a encontrar la prueba de nuestra resistencia mental a aceptar que hasta que un stoploss no te saca de una operación no deberías salir. Esa prueba contra tu sistema y contra tu forma de pensar se produce cada vez que hay retrocesos, es la auditoría para ver lo fuerte que es tu convicción de que debes operar como sabes, no como te imaginas.
Para mí los retrocesos son un mal necesario que me enseña que en el trading todo lo que sube baja y que en mi sistema debe estar previsto también que para ganar tenga que esperar los retrocesos que es donde yo me defiendo pero son duros de aceptar, lo reconozco.
Sea cual sea nuestra estrategia, operemos en cortos o en largos, hagamos intradía o hagamos largo plazo, esta sensación creo que todos la hemos tenido, la de querer girar con la mirada al precio porque hace justo lo contrario de lo que debe hacer. Y es un momento muy importante para no improvisar, para recordar el trabajo que nos ha llevado hacer el sistema y nuestro backtest.
Recuerda que en el trading, cuando operas, ejecutas lo que has diseñado, y con el mercado cerrado y sin pensar en una operación concreta es cuando innovas, creas, diseñas y haces backtest, el error más grande es hacer alguna de estas dos cosas a destiempo.