Hace poco hablábamos de las diferentes estrategias para ubicar un stoploss. En la anterior entrada comentábamos tres sistemas bastante sencillos pero a la vez efectivos de usar el stop, uno por medias, el otro por líneas de tendencia y finalmente por soportes y resistencias.
Existen otros métodos para ubicar los stoploss algo más elaborados, que no por ello significa que sean más efectivos, y hoy vamos a repasar algunos de ellos como son: Trailing Stops y Stops de volatilidad
Trailing Stops. Son stops dinámicos que los iremos movimiendo a medida que el precio evoluciona. Se fija en la entrada la distancia constante que va a tener el stop al precio (un 1% por ejemplo) y a partir de aquí, a medida que el precio evolucione, el stop se irá moviendo pegado a él.
Una de las ventajas que tiene este método es que va a limitar al máximo nuestras pérdidas y de esta manera vamos a capturar rápidamente pequeños beneficios si la volatilidad del precio se mantiene y avanza como esperamos.
Uno de los problemas que tiene es que el precio no se comporta muchas veces de manera matemática, su evolución es errática y eso hace que nos salten posiciones que operamos con trailing stop de manera fácil, para después ver como el precio sigue hacia donde habíamos previsto.
Los Trailing stop pueden ser una alternativa correcta cuando tenemos horquillas suficientes para absorver la volatilidad media del precio.
Stops por Volatilidad. Son stops que se colocan a partir del cálculo de la volatilidad del precio. Por volatilidad entendemos, de manera muy sencilla y rápida, las oscilaciones que realiza el precio y que generan ruido en la dirección que lleva.
De esta manera, acciones con alta volatilidad, o lo que es lo mismo, acciones muy nerviosas que pueden fluctuar cada día un 10% entre máximo y mínimo, deben tener stops más holgados para que este ruido no nos genere una falsa salida.
Es importante entender que si una acción se mueve un 2% cada día no tiene sentido colocar un stoploss que esté a menos distancia ya que es casi seguro que nos va a saltar. Cuando colocamos el stop en función de la volatilidad, lo haremos asumiendo el nerviosismo de cada acción para ajustarlo al máximo ya que queremos que nos saque por cambio de tendencia y no por ruido.
Para ello podemos usar indicadores como el canal de Donchian donde vamos a tener fronteras de volatilidad del precio. De esta manera, si vamos cortos y el precio rompe el canal alcista nos está indicando que ese movimiento del precio no se debe a la volatilidad y que lo que estamos viendo es un posible cambio en la tendencia actual del precio, como vemos en este ejemplo.
Unido a todas estas técnicas de ubicación del stop siempre nos podemos encontrar a personas que con mucha creatividad crean maneras alternativas de fijar el stop. Sea como fuere y tomemos la técnica que mejor se adapta a nuestro trading, es importante recordar que el stop es fundamental.
Y ¿por qué? Porque debemos siempre tener claro que las pérdidas a recuperar son exponenciales y también lo son los beneficios, por ello, es importante siempre tener claro que debemos cortar rápidamente las pérdidas y dejar correr los beneficios.