Hoy arrancamos revisando un concepto que si bien seguro que es conocido, siempre vale la pena revisar para acordarnos de algunos pequeños matices, el concepto es el de las líneas de tendencia.
¿A qué llamamos líneas de tendencia? A esa línea directriz que marca la evolución del movimiento y que genera un soporte/resistencia dinámico que cambia a medida que el precio se desarrolla.
El primer concepto que tenemos que tener muy claro es cómo dibujamos la línea de tendencia. Siempre, absolutamente siempre debemos dibujar una línea de tendencia alcista uniendo los mínimos del precio y siempre una línea de tendencia bajista deberá dibujarse uniendo los máximos.
Aquí tenemos un ejemplo de línea de tendencia alcista:
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Como se puede observar en el gráfico anterior, la línea de tendencia alcista dibujada usa los mínimos relativos para trazarse (y serán siempre válidos como mínimo dos puntos para que sea válida la línea trazada).
Aquí tenemos un ejemplo de línea de tendencia bajista:
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En un gráfico podemos tener líneas de tendencia alternativas. Cuando comenzamos a trazar una línea de tendencia bajista o alcista y de pronto el precio se acelera, tendremos la línea de tendencia principal y sus aceleradas las cuales seguirán con mucha más fuerza al precio.
El trazado de líneas de tendencia aceleradas supone que el precio entra en estados de sobrecompra o sobreventa que es posible que nos hagan reflexionar sobre la entrada en el precio. Aquí vemos un ejemplo de líneas de tendencia principal y acelerada:
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Es importante siempre fijarnos en los ángulos que hacen las líneas de tendencia. Líneas de tendencia muy poco inclinadas nos indicarán la baja fortaleza de la misma y el inicio de una lateralidad que puede hacer entrar al precio en un rango, momento a evitar si trabajamos con sistemas tendenciales.
Por contra, si vemos líneas de tendencia muy inclinadas y cercanas a 90º debemos estar atentos, como decíamos anteriormente, a momentos de sobrecompra o sobreventa en donde el precio se puede girar de forma brusca.
Una variante de todo esto la encontramos en las medias móviles que nos podrán servir como líneas de tendencia autodibujadas y que, en función de su periodo, nos servirán para trazar líneas de tendencia principales y aceleradas. Mis favoritas son las de 30, 150 y 200 (en modo simple).
Cabe decir que seguir una media es mucho más fácil que dibujar una línea de tendencia y sabremos que la media funciona correctamente cuando el precio testea dicho punto y retorna a su movimiento principal sin traspasarlo, vemos aquí un ejemplo con una media móvil y una línea de tendencia trazada (y vemos cómo ambas se mantienen bastante paralelas):
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Para operar con las líneas de tendencia la estrategia es sencilla. En sistemas contratendenciales esperaremos a la rotura de la línea de tendencia, el testeo del último máximo/mínimo para entrar y marcaremos el StopLoss por encima del último máximo/mínimo trazado por el precio.
Para sistemas tendenciales, o bien esperamos al retesteo de la LT marcada, y fijamos el stoploss en el último mínimo/máximo principal siempre resguardados por la tendencia trazada, o bien esperamos a la rotura del mínimo/máximo que confirma que la tendencia sigue siendo válida y siempre protegidos por la línea de tendencia principal para ubicar el stoploss.
De las dos variantes la que más me gusta es la segunda, operar a favor de la tendencia y utilizarla como protección en el movimiento. Usemos el sistema que usemos, sí es importante que sepamos qué tendencia estamos operando y entender si estamos operando a favor o en contra.
En sistemas que operan rangos debemos entender que la media móvil es la que primero nos dirá que no hay tendencia mostrándose plana y sin pendiente, esos momentos también será importante que los identifiquemos para entender si debemos o no operarlos.
