En la entrada anterior comentaba los problemas relacionados con la manipulación del precio de los subyacentes. Nada nuevo realmente. Desde los tiempos en los Henry Dow escribía sus editoriales siempre ha habido quien ha pensado que la mejor manera de ganar en los mercados es manipulandolos.
Algunas formas, como la generación de burbujas, son antiguas y siguen funcionando hoy tan bien como el primer día. Otras, más relacionadas con la tecnología, son específicas de nuestros días. Pero en todas ellas vamos a ver cómo de forma más o menos legal un grupo de operadores se convierten en jugadores de ventaja sobre el resto.
¿Como defenderse de esto? Afortunadamente al ser conscientes de esta situación ya hemos recorrido parte del camino.
Ahora toca hablar de cómo recorrer el resto.
Como aparecía acertadamente en los comentarios de entrada anterior la liquidez y el volumen de operación pueden ser un buen antídoto de las manipulaciones.
Un producto financiero en el que se mueven volúmenes de consideración implica para el posible manipulador un gran esfuerzo financiero que podría no pasar desapercibido o no significar un movimiento rentable en el precio. De igual manera la liquidez no deja sitio para cierto manejos.
Pero la selección del subyacente no es la única forma de prevenir estos problemas. También podemos estar en bolsa de forma que nos afecte menos. No todo es centrarse en el cambio del precio de un día para otro.
Imaginemos que el hecho de que el precio suba o baje no es relevante para ti, siempre y cuando esté dentro de un determinado rango. La operación mediante delta neutral nos permite un cierto margen. No es que vayamos volando a un palmo del suelo, pero si se cuenta con un buen recorrido de suspensión.
Otra opción es funcionar mediante la búsqueda de patrones relacionados con la volatilidad, funcionado con los earnings de las empresas, pero no solamente con ellos. En ocasiones la fluctuación de la volatilidad no es más que una respuesta a algo que ocurre fuera del mercado y que está programado o es previsible. Con la estrategia correcta podemos tener éxito. Al fin y al cabo pocas cosas hay más seguras que el mercado se ponga nervioso ante algo imprevisible.
Y qué tal si nos basamos en el análisis fundamental y sencillamente esperamos. No hay manipulación que se pueda mantener cinco o diez años. Si nuestro análisis es correcto prevalecerá sobre los movimientos especulativos. Se requiere una mente analítica, un cierto capital y un proyecto a largo plazo. No es poco, pero no hay que olvidar a las grandes fortunas que se han labrado de esta forma.
Todas la formas anteriores nos ayudan a evitar estas rarezas del mercado, pero no hay que olvidar que tienen un punto en común: para sacarlas adelante hay que conocer el mercado. Conocerlo primero de forma teórica y después de forma práctica. Es verdad que hay trampas, pero también hay formas de evitarlas, y eso se aprende.
Vale, hemos puesto unas cuantas cosas que se pueden hacer, pero en esa lista no está el quejarse. Sencillamente el mercado es así. Ya lo sabías antes de entrar.
Hasta la próxima.